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Óscar Romero, beneficiario de DACA, no puede contener las lágrimas cuando recuerda cómo su vida ha sufrido diversos cambios a su corta edad, y es realmente sorprendente saber cómo pasó de ser un estudiante sin muchas aspiraciones y sin papeles migratorios, a convertirse en un profesional de alto nivel que inspira a otros jóvenes a alcanzar sus sueños. Siempre tuvo aspiraciones, pero en los últimos años de secundaria disminuyeron debido al enterarse de todas las limitaciones que iba a enfrentar.

La infancia de Óscar fue llena de amor y alegría. Recuerda como jugaba con sus papás y amigos al fútbol. (Foto:cortesía de Óscar Romero.)

Óscar nació en la Ciudad de México, a una edad temprana emigró a Estados Unidos. Tuvo una infancia llena de amor y alegría. Sin embargo, no sabía cuáles eran los desafíos que enfrentaría por ser indocumentado.

“Mis padres se aseguraron de que nunca nos faltara nada, siempre tuvimos comida en la mesa, un techo sobre nuestras cabezas y mucho amor”,

comenta Óscar a La Noticia. 

En la escuela su primer desafío fue no saber el idioma inglés. Esto fue muy difícil porque sus padres tampoco sabían hablar inglés. Esto hizo que él tuviera que asistir clases de ESL (clases de inglés como segunda lengua), que lo ayudaron aprender el idioma durante la primaria.

“La barrera del lenguaje fue algo que me impactó, tremendamente porque me tardaba mucho haciendo mi tarea y aunque mis padres me ayudaban, nos tardábamos más de lo debido”,

dice Óscar.
Las historia de Óscar nos ensaña como todo sueño se puede cumplir si te lo propones. (Foto: Cortesía de Óscar Romero.)  

 

Un llamado de atención para superar los obstáculos

Con el paso del tiempo, Óscar comenzó a perder las ganas de estudiar por la barrera del idioma, sin embargo, una maestra se tomó el tiempo de sentarse con él y ayudarlo a reflexionar sobre sus prioridades.

“Recuerdo a una maestra habló conmigo después de clases, donde me dijo que me estaba quedando atrás en comparación de los otros estudiantes. Cuando ella me dijo esto, recuerdo que fue como una llamada de atención para enfocar mis estudios otra vez. Al principio no me gustó que ella me dijera esto, pero entendí que era por mi propio bien”,

manifestó Óscar.

Los padres de Óscar siempre lo motivaron a seguir estudiando, pese a que otros le decían que no iba a poder ir a la universidad debido a su estatus migratorio, pero el destino tenía otros planes.

Beneficiario de DACA

Con una motivación renovada, Óscar solicitó la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), programa creado por el expresidente Barack Obama en el 2012, mediante el cual se dio a los estudiantes indocumentados que cumplieran con ciertos requisitos, la oportunidad de tener un permiso de trabajo, tener una licencia de conducir y evitar la deportación.

Pese a ser un beneficiario de DACA, el sistema de universidades públicas de Carolina del Norte es uno de los que no reconoce el estatus de estos jóvenes y los considera como estudiantes “fuera del estado”, lo que significa que deben pagar hasta cuatro veces más que sus compañeros por la matrícula universitaria.

Actualmente, el futuro de DACA pende de un hilo, pues tras el intento de eliminar este programa por parte del expresidente Donald Trump en 2017, se ha enfrentado a una serie de batallas legales y de momento espera la resolución de un tribunal de distrito.

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Óscar desea inspirar a otros a seguir luchando por un cambio en la comunidad inmigrante. (Foto: cortesía de Óscar Romero.)

Fue durante la secundaria cuando Óscar se dio cuenta de que era indocumentado, él vio los desafíos que estaba enfrentando al no tener las mismas oportunidades para seguir estudiando. Se dio cuenta de que no iba a ser fácil pagar para asistir a la universidad, sin embargo, él y sus padres tenían planes de que no importaba lo que iba a pasar, él seguiría estudiando.

“Recuerdo que platiqué con mi papá y habíamos dicho que si no podía estudiar en Estados Unidos me iba a ir para México, no importando qué, pero de que iba a recibir un título lo iba a recibir. Esta era la meta más grande que mis padres tenían para mí”,

dice Óscar.

Se animó a asistir a un programa de capacitación de carreras, donde se dio cuenta qué habría una posibilidad para que él pudiera seguir estudiando, así que solicitó la beca Golden Door Scholar.

Óscar llenó el formulario de la beca durante su último año de la secundaria, que era el primer año de la beca Golden Door, donde inicialmente solo iban a dar seis becas. Pero al ver los grandes deseos de seguir estudiando de los alumnos, los organizadores decidieron otorgar 13 becas.

“Yo fui uno de los 13 seleccionados para seguir estudiando, y mis sueños estaban un paso más cerca de cumplirse”,

cometa Óscar con lágrimas en los ojos.

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Una inspiración para inmigrantes

Gracias a la beca, Óscar tuvo la oportunidad de seguir sus estudios en la Universidad de Carolina del Norte (UNC) en Charlotte. Donde obtuvo estudió matemáticas e informática. Óscar ahora trabaja ejerciendo su profesión como ingeniero en software.

Óscar no solamente es ingeniero, sino también está muy involucrado en ayudar a otros que estén pasando por momentos difíciles, al no saber qué carrera tomar. Su meta más grande es poder inspirar a otros jóvenes latinos a seguir luchando por sus sueños.  

“Usar mi historia para motivar a otros, no solamente a los estudiantes indocumentados, sino otras personas que estén en un punto de su vida donde no saben qué hacer”, dice Óscar. 

“Estamos en este país lleno de oportunidades, aunque a veces no la tengamos tan fácil, nosotros también somos parte de este país. Por eso nunca dejes de sonar”,

finaliza Óscar.

Estudiante universitaria en camino a convertirse en enfermera neonatal. Disfruta de su trabajo como reportera de La Noticia. Celebra su cultura mexicana en cada oportunidad posible. Le encanta ayudar e...