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La edad límite para llevar a los niños al pediatra es una en la teoría, pero suele ser otra en la práctica.

"Pediatra" proviene del griego "paidós" que significa "niño" y "iatrós" que significa "médico". Por lo tanto, el pediatra es el médico que debe atender a los niños desde el momento en que nace, pero ¿hasta qué edad? 

¿Con que frecuencia se debe llevar a los hijos al pediatra?

Vigilar la salud integral de los hijos se hace mediante visitas a su médico con frecuencia de una vez por mes los primeros seis meses de vida. Luego de ahí se pasan a consultas cada dos meses hasta el año. Finalmente, se convierten en más esporádicas, una vez al año, a partir de los seis años.

Cuando los niños deja de ir al pediatra los padres los llevan a médicos generales o ramas específicas como cuando se es adulto. Pero la verdad es que por definición el médico de los más pequeños puede acompañarlos incluso hasta que legalmente se conviertan en adultos, es decir, hasta los 18 años de edad, según Nemours Kids Health.

Sin embargo, en Estados Unidos, si su hijo es dependiente en una cobertura familiar de atención médica, la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (ACA) permite que se atienda hasta los 26 años sin importar si va a la universidad, está casado o con hijos propios.

La edad en que los niños ya no quieren ir al pediatra

Lo mundialmente aceptado o casi obligatorio es que los niños vayan al pediatra hasta los 14 años. Y no en vano, pues lo normal es que a partir de los 14 ó 15 años ya los niños comiencen a tener tantos cambios en su cuerpo que así mismo van necesitando médicos particulares que respondan a sus dudas.

¿Qué sigue entonces? ¿Un médico general? Esto depende de las creencias familiares, pero sobretodo de las inquietudes y condiciones particulares.

Sin duda el peso mayor en la decisión estará en la necesidad que tengan los padres de ayudar a sus hijos a afrontar la adolescencia, así como tratar patologías específicas.

Foto: © LStockStudio / Adobe Stock

De manera que desde los 14 años se hacen comunes las atenciones con dermatólogos, ginecólogos, urólogos, internistas y otros, que se relacionan con situaciones propias de la adolescencia como lo son el acné, la sexualidad y cambios hormonales, según aplique.

En este cambio los padres deben procurar que haya médicos de cabecera que ayuden a construir relaciones de confianza. De esa forma los nuevos jóvenes harán las preguntas que ayuden a vivir con mayor seguridad su pubertad y adolescencia.

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com