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Es inevitable... vivimos en el mundo de la era digital, diferente y distante a la que experimentamos muchos en nuestra infancia. Entre los cambios que supone para la niñez y la adolescencia de hoy en día, está el tener un teléfono celular y los padres se preguntan: ¿existe una edad adecuada para que lo tenga?, ¿cuándo es recomendable darle a mi hijo su primer celular?

Estas dudas se vuelven cada vez más relevantes, en vista de los peligros que solapan cualquier otro beneficio. Es que si bien la tecnología ha transformado la forma en que nos comunicamos, educamos y entretenemos, los dispositivos móviles no solo son la principal herramienta de comunicación, sino también la puerta de acceso a las apreciadas y temidas redes sociales.

En este punto, surge la incertidumbre sobre la responsabilidad que debemos tener como padres a la hora de brindarle esta herramienta a nuestros hijos y los límites que debemos establecer.

Primero, analice estos parámetros antes de darle un celular a su hijo

Dentro de la diversidad de aspectos que deben considerarse para tomar una decisión, hay dos que parecen fundamentales:

1: ¿Está mi hijo listo para tener un celular?

La edad en la que un niño o adolescente está preparado para usar correctamente un celular varía. Sin embargo, no debe pasarse por alto la madurez emocional y su capacidad para comprender las responsabilidades asociadas con el uso de un dispositivo móvil. Parte de esta madurez incluye la facultad de su hijo para acatar los límites que se establezcan para que le de un uso correcto al aparato en su propio beneficio.

2: ¿Realmente lo necesita?

También hay que analizar el cuándo en función de si es una necesidad o la respuesta a la moda. Hoy en día los padres deciden dar un teléfono a sus hijos a muy corta edad debido a las presiones sociales, lo cual termina creando más problemas que soluciones.

¿Qué beneficios tiene que mi hijo tenga teléfono celular?

El acceso a un celular puede proporcionar a los niños herramientas educativas y de aprendizaje, permitirles mantenerse conectados con familiares y amigos, y fomentar habilidades digitales fundamentales para su futuro. Además, puede brindarles un sentido de independencia y responsabilidad al gestionar su propio dispositivo.

En ese sentido, los padres suelen evaluar si su entorno y rutina familiar amerita que su hijo use un celular para:

  • informar acerca de su paradero,
  • acceder a Internet por fines educativos o de esparcimiento,
  • o mantener conexiones sociales, que incluye el uso de las redes sociales.

¿Cuáles son los peligros de un teléfono celular en manos de un adolescente?

A pesar de los beneficios, también hay que reconocer los posibles peligros asociados con el uso del celular en niños y adolescentes, como:

  • el acceso a contenido inapropiado,
  • la exposición a contenido violento,
  • el acoso cibernético,
  • la adicción a la pantalla
  • y la pérdida de privacidad.

No solo eso, también hay otros riesgos como la distracción de los jóvenes de sus actividades regulares como los estudios, debido a la adicción. Asimismo, son posibles los problemas de obesidad, alteración de la autoestima y hasta cambios en los patrones de sueño y alimentación.

A pesar de esto, un estudio de Stanford Medicine no encontró relación entre la edad en la que un niño recibe un celular y potenciales problemas de bienestar y adaptación, medidos por las calificaciones que obtenían en sus escuelas, sus hábitos de sueño y síntomas de depresión. La investigación se centró en niños latinos del estado de California, a quienes siguieron durante 5 años para evidenciar cambios tras la incursión a la tecnología móvil.

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No hay normas, pero esta parece la edad correcta para darle a su hijo su primer celular

No existe una edad universalmente aceptada para darle a un niño su primer celular, ya que cada caso es único y requiere evaluación individualizada. Sin embargo, muchos expertos sugieren que alrededor de los 12 a 15 años es una edad adecuada, en la medida en que el niño tenga la suficiente madurez para comprender los beneficios y peligros.

Los padres siempre deben tener el control. Es conveniente establecer pautas claras de uso, así como sanciones cuando se rompen esas limitaciones. Además, los adultos están llamados a supervisar de forma activa a los menores para garantizar un uso seguro y responsable del dispositivo.

Como herramientas, no solo está la comunicación abierta sobre el uso responsable de la tecnología, sino que existen controles parentales que se pueden aplicar. De igual manera, son posibles algunas restricciones como por ejemplo: no acceder a Youtube o Tik Tok, no usar WhatsApp o permitir una red social donde el adulto pueda establecer parámetros de seguridad.

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com