El alguacil del condado de Randolph, Gregory Seabolt, anunció el 10 de diciembre que su oficina no hará cumplir los esfuerzos del gobernador para mantener al público seguro, en medio de una pandemia que se está saliendo rápidamente de control en Carolina del Norte.
El gobernador Roy Cooper cambió recientemente la política de salud pública ante el aumento de casos de COVID-19 y el aumento de muertes de residentes de Carolina del Norte. Sus cambios incluyeron un toque de queda nocturno, a partir de las 10:00 p.m. a las 5:00 a.m. El toque de queda comenzará el viernes 11 de diciembre.
Seabolt se niega cumplir el mandato estatal
Algunos otros líderes locales de las fuerzas del orden en todo el país, en particular los alguaciles que son elegidos, también se han negado cumplir los mandatos de las máscaras y los toques de queda.
"Hacerlo requeriría una fuerza laboral que la oficina simplemente no tiene; sobrecargaría los ya saturados expedientes judiciales; y aumentaría el contacto social entre diputados y ciudadanos que no promueve un interés legítimo de seguridad pública", dijo Seabolt.
En Randolph actualmente hay 6,377 casos de COVID-19 con más de 100 muertes.
No citarán, multarán ni arrestarán
Pero el alguacil esencialmente dijo que sus agentes no citarán, multarán ni arrestarán a los residentes del condado de Randolph que violen las reglas estatales.
Esta decisión es una que el fiscal de distrito del condado de Randolph, Andrew Gregson, comprende por muchas razones.
"Él es un funcionario constitucional que está dentro de su derecho a hacer esa llamada. Hice una llamada similar en marzo para no procesar y desestimar los cargos penales", dijo Gregson.