Charlotte - Tras el anuncio del gobierno del presidente Donald Trump de poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) que amparaba de la deportación a 2,500 nicaragüenses, y la ampliación de seis meses para unos 60,000 hondureños, defensores de los inmigrantes temen un verdadero “tsunami” migratorio en los meses por venir.
“Aunque los nicaragüenses son pocos, hay muchos hondureños y un gran número de salvadoreños que han hecho su vida aquí. Muchos tienen hijos ciudadanos, o con DACA. Si les quitan el TPS será un tsunami para estos países que no tienen la infraestructura para recibir tanta gente”, comentó la activista y pastora Maudia Meléndez, directora de la organización Jesus Ministry de Charlotte.
“Se crearía una crisis terrible, que también afectará a la gente en Estados Unidos”, agregó Meléndez de origen nicaragüense.
Para el activista hondureño, Enrique Nassar, presidente de la Asociación Hondureña de las Carolinas, la decisión del gobierno es “lamentable”.
“Estamos consternados con lo ocurrido. Muchas personas con TPS llevan más de 20 años trabajando y viviendo en este país, tienen negocios y han hecho su vida aquí”, comentó Nassar a La Noticia.
El activista viajó a Washington DC, con un grupo de hondureños de Charlotte, para cabildear en el Congreso por la ampliación del TPS para los centroamericanos.
En octubre el Centro para el Progreso Americano (CAP), indicó que en Carolina del Norte habrían 5,900 salvadoreños con TPS, y unos 6,200 hondureños.