La sal es uno de nuestros principales aliados en la cocina que no se separa de las preparaciones que realizamos, salvo cuando se trata de la repostería, aunque en algunas preparaciones dulces también participa. No es solo “sal al gusto”, veamos otros usos de la sal en la cocina.
Sin embargo debemos tener cuidado de no pasarnos en su uso. Se recomienda no sobrepasar los 5 gramos diarios (una cucharadita), y si tienes algún tipo de problema de salud como la diabetes, hígado o hipertensión, no deberían ser más de 4 gramos.
Pero no nos alarmemos, esa cantidad es más que suficiente para aprovecharla en nuestra dieta diaria.
La sal es un ingrediente esencial en una dieta sana y es vital para cocinar, proporcionando toda la fuerza del sabor de la comida. Conocido desde la antigüedad, tanto para sazonar como para conservar los alimentos, la sal puede adquirirse hoy en día en varias formas.
Veamos otros usos de la sal en la cocina:
Sal para el exceso de agua
Espolvorear la sal en algunas hortalizas como las berenjenas, calabacines o los pepinos, hace que suelten el exceso de agua y los jugos amargos.
Sal como conservante natural
Es un proceso antiguo de conservación el producir una deshidratación parcial del alimento a base de sal que a su vez evita el desarrollo de ciertas bacterias, lo que provoca que el alimento se conserve en perfectas condiciones.
Algunos ejemplos son el bacalao, el jamón ibérico y muchas carnes rojas: tasajo, cecina, lacón, bresaola, prosciutto, corned beef, etc..
Sal como potenciador de sabores
Es el uso más extendido desde hace miles de años. Como todos sabemos, refuerza el sabor y el aroma de la comida, especialmente la carne y verduras.
Se recomienda agregarla en las carnes cuando ya estén cocinadas, es decir, al final, porque de hacerlo antes de cocinarse, la carne se endurecerá.
Sal en la repostería
Existen gran cantidad de postres que llevan sal en su preparación, principalmente aquellos de chocolate oscuro, como los brownies, waffles, mousses, etc..
Tipos de sal
La sal proviene de dos formas básicas: sal gema, que es la que se extrae de las minas de sal, y la sal de mar, que se obtiene de la evaporación del agua de mar en las salinas.
Las siguientes son las presentaciones de la sal más comunes que podemos conseguir:
Sal marina pura
La podemos conseguir en granos gruesos o de manera molida. Tiene un sabor fuerte y es mejor para las dietas. Se debe utilizar en menos cantidades que la sal común para la cocina, dos tercios de la cantidad indicada en la receta, a no ser que se indique la utilización de sal marina.
Para el uso en la mesa se debe moler la sal gruesa marina en un molinillo similar al de la pimienta.
Sal de mesa
Esta sal contiene aditivos para que no absorba la humedad, de manera que se mantenga suelta. La sal de mesa se suele elaborar de sal gruesa, pero hoy en día se puede encontrar la de origen de sal marina.
Sal de cocina
Es sal molida en granos finos. Esta sal tiene un sabor más fuerte y, al contrario que la sal de mesa, no contiene aditivos, por lo que es fácil que forme grumos si no se guarda en lugar seco.
Sal maldon
Procede del estuario del río Blackwater, ubicado en el condado de Essex, Reino Unido. Se elabora siguiendo un proceso artesanal y muy laborioso, que da como resultado unos cristales en forma de escamas. Se utiliza para sazonar carnes (siempre después del cocinado), pero también en aperitivos y como toque sutil para finalizar muchos platos.
Sal ahumada
Es un tipo de sal sometida a un proceso de ahumado, lo que le otorga un característico sabor que la hace ideal para marinar o ahumar pescados. Tiene un sabor intenso y un color más oscuro.
Sales aromatizadas
Se les han añadido aromas fuertes como el ajo, apio, cebolla de vino tinto,..., y son muy prácticas para dar un toque especial a la comida. También podemos conseguir distintas presentaciones como la sal Kosher o la exótica sal rosada del Himalaya, que se trata de una sal fósil, procede de una roca. Se recoge en los estratos ecológicos sedimentarios, que son restos de un océano de hace 200 millones de años. Es una sal de gran pureza con un característico color rosa, debido a su contenido en hierro. Su sabor es ligeramente amargo y es perfecta para sazonar ensaladas y pescados.
¿Y tu que usos le das a la sal en la cocina?