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Winston-Salem - Para Carlos Mata Arellano, un joven de origen mexicano de 18 años, el tener la Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA), sirvió de impulso para querer perseguir su sueño de ir a la universidad.

Tener DACA me ha abierto las puertas a tener la educación que mis padres no tuvieron, y soñar con ser algún día ciudadano de este país”, expresó Carlos a La Noticia.

Carlos llegó al país a la edad de 5 años junto a sus padres, provenientes de San Miguel de Allende (Guanajuato), y se radicaron en Winston-Salem donde creció y vivió como si este fuera su país, junto a su hermanita de 15 años, quien si es nacida aquí.

El joven cursaba el grado noveno cuando aplicó a DACA en el 2012. Lo primero que hizo cuando tuvo la edad, fue sacar la licencia de conducir, ya que la escuela en la que estudiaba no tenía transporte hasta su casa y debía caminar.

Saqué todos los documentos y cuando estaba en los últimos grados de secundaria me puse a trabajar para conseguir un carrito, para poder transportarme y ayudar a mis padres, que se estresaban mucho porque tenían que salir del trabajo para recogerme”, recuerda.

DACA sirvió para adelantar clases

Carlos aprovechó también sus últimos años escolares para entrar al programa de “early college”, y conseguir un grado asociado. “Tengo dos años avanzados, y ahora solo me faltan dos años”, comentó.

El joven fue este año uno de los recipientes de las becas que entrega la Liga Hispana. Y el martes 15 de agosto Carlos ingresó al Belmont Abbey College, donde se dedicará a estudiar Teología.

Por mi buen promedio el colegio también me dio una beca de $9,000, ahora puedo estudiar la mayoría de mi carrera becado”, contó.

Carlos dijo que se dio cuenta que la religión le gustaba más que la matemáticas o la ciencia, y que le llamó la atención poder compartir su fe católica con otras personas.

En mi familia soy el que más lejos ha llegado, para mi es un sueño hecho realidad.

Carlos es uno de los 50,000 jóvenes que se han beneficiado con DACA en Carolina del Norte. Sin embargo el programa podría ser eliminado, luego que fiscales de nueve estados amenazaron con demandarlo, si el presidente Donald Trumpo no lo cancela antes del 5 de septiembre.

Sin DACA me desanimaría mucho. Es una esperanza que nos dio Obama, pero ahora es una luz que brilla y la pueden apagar en poco tiempo en este gobierno”, anotó el joven.

Carlos dijo que en caso de acabarse DACA, se iría para México, porque sabe que sus opciones se acabarían. “Mis padres dicen que me apoyarían para que siga estudiando allá”, indicó.