Lo que a simple vista parecía ser solo un parque de diversiones, para la cineasta y productora Juliana Rodríguez se convirtió en el escenario melancólico y perfecto para hacer aquello que más ama: contar historias a través del arte. En tiempo récord, logró transformar este entorno y darle vida a Ferris Wheels (en español, Ruedas de la fortuna), su segundo cortometraje filmado completamente en Raleigh y con talento local.
Compitió con 1,000 estudiantes para alcanzar su sueño
Desde temprana edad, Juliana se interesó por la gran pantalla y soñaba con un día ver su nombre brillar en los créditos de una producción que fuera completamente suya, pero que pudiera regalar a los demás para que vieran la vida a través de su lente.
Para lograrlo, a sus 18 años compitió con más de 1,000 estudiantes por un cupo en el Instituto de Arte Cinematografico de Avellaneda en Buenos Aires, su ciudad natal. Solo 60 alumnos lograron ingresar, y ella fue la número 51.
“Fue una grata sorpresa y en ese primer año éramos 60, pero al mes éramos menos y ya a mitad de año solo quedaba la mitad. En el segundo año, un poco menos y creo que terminé graduándome yo sola… Es una carrera muy sacrificada, donde justamente hay mucha gente queriéndolo hacer porque parece hermoso, pero la gente no sabe realmente todo el trabajo que hay detrás de cada segundo de película. Son muchos los obstáculos”, dijo a La Noticia.
“La fotografía fue mi forma de seguir contando historias”
Siete años después de graduarse, en el 2014, al ver que el mercado laboral audiovisual era cada vez más limitado, Juliana comenzó a buscar oportunidades en el exterior. Esta búsqueda la llevó, junto a su esposo, a mudarse a Raleigh, Carolina del Norte, donde decidieron construir una nueva vida y formar una familia. En ese entonces, pensó que al mudarse “al país de las películas” tendría más posibilidades de crecimiento profesional a pesar de los desafíos como la cultura y el idioma.
}Al llegar a Raleigh, Juliana decidió poner en pausa su sueño de continuar en el mundo del cine y comenzó a explorar otras formas de arte, especialmente la fotografía. Esta fue su forma de mantener viva su creatividad y dio inicio a “Revolver Dolls”, un proyecto en el cual la reconocida muñeca Barbie imitaba a un personaje de la vida cotidiana.
“Era como el montaje de una película con muñecas. Yo les hacía la ropa, preparaba el escenario, la luz, todo y hacía las fotografías. Después las mandaba a imprimir, las enmarcaba, y las colocaba en exposiciones de arte. Vendía las obras y con las ganancias iba imprimiendo más y más. Era algo que hacía de lunes a lunes… Con el tiempo volvieron las ganas de filmar, que en realidad nunca se fueron, porque la fotografía fue mi forma de seguir contando historias”, explicó.

De la fotografía al cine en Raleigh, sus primeros pasos
En el 2023, Juliana retomó el arte cinematográfico y realizó su primer cortometraje en Raleigh. Se trata de The Corpse (El Cadáver). Una trama sobre un asesino a sueldo que un día se da cuenta de que hizo las cosas mal y quiere dejar esa vida. Para escapar, se le ocurre tomar la personalidad de la última persona que mató.
“Empezar de nuevo me hizo cuestionar cosas como ‘¿cómo consigo actores?, ¿cómo lo hago?’. Cosas que hoy me parecen muy básicas, pero que en ese tiempo parecía difícil, porque también está el tema del idioma. Nunca había dirigido en inglés y había todo vocabulario técnico y tenía algunos actores sureños que tenían un acento como más entrecerrado y tenía que preguntarles más de una vez y pedirles que repitieran para entender lo que cedían”, contó.
A pesar de estas dificultades, Juliana siguió adelante y completó el proyecto que luego presentó en varios festivales, incluyendo en Suiza y en Nueva Jersey, donde ganó a mejor dirección y mejor cortometraje. En abril de este año presentó su primer largometraje: El Hijo Eterno. Con este ganó dos premios en el London Indie Film Festival, como Mejor Actor y Mejor Narrativa.
Ruedas de la fortuna, su producción más reciente
Este 19 de noviembre, Juliana presentó su proyecto más reciente. Se trata de Ferris Wheels (Ruedas de la fortuna), un cortometraje que narra la historia de amor entre dos desconocidos que vienen de dos mundos diferentes en un parque de diversiones. Específicamente, se usó como escenario en la Feria Estatal Anual de Raleigh.
“Fui a la feria y noté esta cosa como que era un ambiente nostálgico y pensé ‘sería lindo hacer algo aquí’. Luego me dijeron que cerraba la otra semana, entonces se me ocurrió casi de inmediato llamar a estos dos actores que ya habían trabajado conmigo, Karen Edwards y Kareem Alston. Les pregunté si podía grabar ese mismo sábado y dijeron que sí, entonces tuve dos días para pensar en algo”, recordó.
Juliana mencionó las dificultades logísticas que debieron enfrentar. Desde problemas con el sonido, debido al ruido en la feria, hasta coordinar llegar al mismo sitio, para evitar perder tiempo buscando a cada uno de los personajes y técnicos que participaron en la producción. Lo recuerda como un momento de aprendizaje constante para lograr el resultado final.
“La verdad es que me encantó cómo quedó y lo voy a enviar a festivales locales e internacionales en la medida que se pueda. Este es un proyecto independiente que después espero poder hacer una premier y que luego esté disponible en YouTube, para que todos puedan verlo”, adelantó.
En esta obra, ella fue guionista, productora, directora y editora:
Consejos de una cineasta latina
La cineasta argentina relata que actualmente en la industria del cine son pocos los latinos y aún menos las mujeres que optan por ese camino. Señala que es un oficio demandante y para el cual se requiere mucha resiliencia, esfuerzo físico y mental y vocación.
“Es un oficio que uno tiene que amar de corazón, porque es muy difícil y hay que hacer muchos sacrificios”, añadió.
Sus recomendaciones, para quienes deseen incursionar en este mundo del cine, son:
- Aprender lo máximo posible, pero practicar aún más para perfeccionar las habilidades.
- Buscar recursos, en especial los que ya están disponibles en plataformas como YouTube.
- Escuchar opiniones de otros, pero mantenerse fiel a su estilo y a su visión
- Adaptarse a los cambios de la industria
- “Realizarlo todo desde el corazón”, cerró.