Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dieron a conocer un nuevo estudio que mostró que los contagios de COVID-19, durante la pandemia, aumentaron al mismo tiempo que lesiones con armas de fuego.
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Además, el pico más alto de ese incrementó sucedió justo en la semana en que el afroamericano George Floyd fue asesinado a manos de la policía de Minneapolis.
Y es que los asesinatos, suicidios y lesiones con armas de fuego durante la pandemia de COVID-19 tuvieron las tasas más altas desde principios de la década de los 90 del siglo pasado.
Ahora que la pandemia terminó se ve una disminución en las personas atendidas por heridas de armas de fuego, pero todavía representan un 20% más que en 2019.
El promedio que se manejó mientras se daban los contagios de COVID-19 durante la pandemia fue de 1,100 personas heridas cada semana. La gran mayoría eran hombres de entre 15 y 24 años, pero también muchos niños pequeños sufrieron con las armas de fuego en ese periodo.
El estudio mostró datos que ahora los CDC están utilizando para desarrollar estrategias basadas en la comunidad, como programas de divulgación en las calles y reducción de conflictos para reducir la violencia.