Una latina forma parte de la directiva del Instituto Lee. Se trata de Gina Esquivel, una costarricense que en los últimos años ha formado su carrera como consultora enfocada en iniciativas de impacto social. Sin embargo, no siempre fue así. Llegó a Estados Unidos sin hablar inglés.
Comenzar sin contactos, sin experiencia y sin hablar el idioma
Gina llegó a Charlotte en 1995. Solo tenía 22 años cuando comenzó a trabajar como obrera en una fábrica que se dedicaba a la producción de mesas y escritorios. Para esa fecha, ya había completado sus estudios de bachillerato en Costa Rica gracias al esfuerzo de su madre, quien le enseñó la importancia de salir adelante por medio del trabajo.
“Me tomó como dos años empezar a entender bien el inglés, hasta llegar al grado de poder hacer bromas en inglés y fue después de esto que comencé a trabajar con organizaciones sin fines de lucro. Unas de ayuda en salud, otras de intervención para ayudar a la comunidad latina, luego fui a trabajar en Levine Museum y en Crisis Assistance, donde estuve varios años”, señaló Esquivel.
Mientras la costarricense trabajaba en distintas organizaciones, también obtuvo una maestría en gestión de cambio y liderazgo de la Universidad Pfeiffer, además consiguió varias certificaciones en: mercadeo, gestión de proyectos, pensamiento estratégico y trabajo comunitario. “Al principio fue difícil porque no tenía la experiencia, ni la historia en mi familia de que alguien hiciera esto. Tuve que forjar las cosas de la forma en la que yo entendía”, dijo.
Podría interesarte: Rosalía Torres Weiner: artista pinta las historias de los inmigrantes latinos
“No nos ven igual” a los latinos
Esquivel relata que desde que comenzó a trabajar con organizaciones nació su vocación de llegar a convertirse en consultora. Sin embargo, por diversas razones las condiciones no estuvieron dadas, “hasta que una amiga me dijo que si no lo hacía ahora, no sería nunca. Entonces comencé mi propia compañía de consultoría”, indicó.
Esquivel utilizó su experiencia de trabajar en muchas organizaciones para entender cómo podía contribuir a la comunidad y saber lo que como latina era capaz de aportar. “Tomaba notas todos los días de todo lo que veía. De todo lo que hacían”. Esta fue una de las estrategias que a Gina le permitió enfrentar distintos escenarios cuando ella misma se convirtió en consultora.
El idioma, por otro lado, no dejó de ser un reto para ella.
“Hay que tener una capacidad de acomodarse al lenguaje de diferentes personas. Es una habilidad de ser como un camaleón. Esto al principio fue duro, estuve nerviosa en los primeros proyectos, porque temía que si yo fracasaba era como si fracasara mi comunidad latina. Era el peso de saber que no era Gina sola, sino de mostrar que todos los latinos podemos contribuir en proyectos que no siempre involucren a la comunidad latina, entonces si fracaso yo, fracasa mi comunidad, porque no nos ven igual”, comentó.
Para la profesional, ser latina y sus experiencias la llevaron a presentar ideas y soluciones “desde otra perspectiva”. Fue una oportunidad para demostrar que se puede llegar a grandes cargos no solo por ser bilingüe, sino también por ser trabajadora y por poseer capacidades intelectuales que no deben ser ignoradas.
Abandonar la zona de confort
Gina señala que cuando ya tenía varios años trabajando para su propia compañía como consultora, fue contactada por el Instituto Lee, quienes le ofrecieron la oportunidad de formar parte de su equipo.
“Antes de entrar, pensé en lo que tenía para ofrecer: mis experiencias de 30 años trabajando para la comunidad con programas de alcance social. Empecé los primeros meses y lo que hice fueron estudios de cómo podríamos representar a la comunidad a la cual servimos”, dijo.
El Instituto Lee es una organización sin fines de lucro fundada en 1997 y nombrada en honor a Bill Lee, un líder corporativo y cívico excepcional. La misión del Instituto es apoyar el trabajo de cambio comunitario de otras organizaciones sin fines de lucro, públicas y comunitarias, además de liderar y guiar los esfuerzos de colaboración.
“Acá lo que hacemos es apoyar a la comunidad, a los líderes y a las organizaciones para que crezcan. Nosotros no trabajamos directamente con la población, sino como facilitadores del proceso a través de organizaciones independientes. Yo, como consultora, hago todo lo que es el desarrollo de estrategias y recomendaciones para el desarrollo del liderazgo, investigaciones, análisis, estadísticas, conocer el impacto de ciertas decisiones en la comunidad, buscamos contenido y pasamos a proyectos”, señaló Esquivel.
Sobre sus funciones y lo que caracteriza el trabajo del Instituto Lee, explicó:
“No hay instituciones sin fines de lucro que se dediquen a lo que nosotros hacemos, porque normalmente este apoyo es para negocios y nuestro estatus de sin fines de lucro es porque no buscamos hacer una transacción de negocio con la comunidad, buscamos crear confianza, trayectoria, tener un intercambio continuo para que ellos vean que no estamos por el dinero, sino para apoyar el crecimiento de la población”.
“Nosotros los latinos no hacemos trabajos fáciles”
Hoy Gina forma parte de la directiva del Instituto Lee y además se desempeña como consultora para su propia compañía. Trabaja especialmente de la mano con la comunidad latina y busca su crecimiento. Por esta razón, entregó una serie de recomendaciones para que cada vez sean más los latinos que lleguen a grandes cargos o que logren innovar con sus propios negocios.
- Conocerte a ti mismo. Para la profesional este es el primer paso que se debe de tomar antes de orientarse por un proyecto laboral o intelectual. “Tú tienes que aprender a escucharte a ti mismo y confiar en que vas a poder tanto físicamente como intelectual y emocionalmente, porque son cosas diferentes. Sobre todo a nivel intelectual, uno tiene que medirse con una escala completamente diferente”.
- Rodéate de personas que te ayuden a navegar y que te acompañen. “Es importante entender que no lo puedes hacer solo”.
- Darte a conocer. “En este país no tienen que conocerte, tú te tienes que dar a conocer y, cuándo ya sabes lo que puedes hacer bien, lo reclamas, lo anuncias, haces una campaña y te mantienes en ese carril hasta que lo desarrolles como un maestro”.
- “No se tiene que hacer todo ni saberlo todo para ser bueno. Hay que hacer una cosa bien hecha y después entrar en detalles”, aconseja.
- Buscar a la competencia. Para Gina, una clave antes de comenzar es ir a otro estado u otra ciudad y conversar con personas que tengan proyectos similares, preguntarles sobre sus inicios o pedirles consejos.
- No rendirse. “Hay que entender que los momentos difíciles hay que superarlos, porque el éxito no está en crear un negocio, sino en mantenerlo”, dijo.
Por último, Gina destacó: “No es un trabajo fácil, pero nosotros los latinos no hacemos trabajos fáciles. Nosotros los inmigrantes nos hemos caracterizado porque somos resistentes al fracaso. Tenemos ese reto y por eso progresamos”.
Nota: esta historia se publicó originalmente en diciembre de 2022, en La Noticia