Lo que comenzó como un programa temporal se convirtió en la tabla de salvación de cientos de miles jóvenes indocumentados en peligro de deportación. La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) cumple 10 años entre esperanza y grandes logros, así como entre incertidumbre, batallas legales y promesas pendientes. ¿Cuál es el futuro de DACA?
DACA fue creado el 15 de junio del 2012, por el entonces presidente Barack Obama, como un programa que evita la deportación de ciertos de inmigrantes que llegaron al país cuando eran niños, además les ofrece un permiso para trabajar.
El programa, que protege a cerca de 600,000 inmigrantes, también conocidos como "soñadores" o “dreamers”, está en el centro de una batalla legal desde que el expresidente Donald Trump intentó eliminarlo en el 2017.
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Protección y desafíos
Este año, por primera vez desde que se creó DACA, la mayoría de los estudiantes indocumentados graduados en las escuelas secundarias del país no serán elegibles para este programa. Esto es un grave problema.
Según un revelador estudio de FWD.us, alrededor de 100,000 jóvenes indocumentados se graduarán de la escuela secundaria en el 2022. De estos, solo una cuarta parte sería elegible para DACA.
Pese a que DACA ofrece un permiso de trabajo y la posibilidad de tener una licencia de conducir, los “soñadores” no pueden viajar fuera del país (con raras excepciones) y tampoco pueden ingresar a la universidad como estudiantes dentro del estado, aunque hayan vivido en Carolina del Norte por muchos años.
El reporte agrega que alrededor de 43,000 “soñadores” que se gradúan de la escuela secundaria este año, viven en 28 de los estados que no brindan matrículas universitarias igualitarias para los indocumentados. Esto significa que deben pagar hasta cuatro veces más que el resto de sus compañeros.
¿Qué ganamos con negar el acceso a la educación universitaria a estos jóvenes?
El incierto futuro de DACA
Casi desde sus inicios DACA fue retado en las cortes, pero en esta ocasión enfrenta un peligro mayor. La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, se prepara para escuchar, el 6 de julio, la apelación de la orden de un juez federal que bloqueó las nuevas solicitudes de DACA.
Este fallo judicial, ocurrido en julio del 2021, redujo aún más la cantidad de estudiantes que podían evitar la deportación y tener un permiso de trabajo con DACA.
El problema es que sin una legislación fija, las demandas legales seguirán y los antecedentes legales que están dejando estos fallos judiciales no son alentadores para el futuro de DACA.
¿Debemos esperar otros 10 años?
Estudio tras estudio ha demostrado el invaluable aporte de los “soñadores”. De acuerdo con una encuesta realizada por la Universidad de California en San Diego, 3 de cada 10 beneficiarios de DACA están estudiando y casi 9 de cada 10 están trabajando.
Los “soñadores” pagan anualmente $5.7 mil millones en impuestos federales y $3.1 mil millones en impuestos estatales y locales. No tiene sentido darles la espalda.
Si el Congreso no aprueba una reforma migratoria, la mayoría de los graduados indocumentados no podrán ingresar legalmente a la fuerza laboral; incluso si el programa estuviera abierto para nuevos solicitantes.
Adicionalmente, si estados como Carolina del Norte se resisten a aprobar leyes de matrículas universitarias igualitarias, muchos graduados indocumentados tampoco podrán formarse profesionalmente.
¿A quién le beneficia hacer la vida más difícil a estos jóvenes cuyo único país ha sido Estados Unidos? Solo a políticos inescrupulosos que quieren capitalizar el miedo y la xenofobia para ganar votos. ¿Permitiremos que esto siga sucediendo?
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