En medio de una avalancha de denuncias de abuso, negligencia, y descarada crueldad en contra de los inmigrantes indocumentados arrestados por las autoridades, vale la pena analizar la nueva consigna de varios activistas: que se elimine el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Primero veamos la razón social y estructura de ICE. Esta agencia que pertenece del Departamento de Seguridad Interna (DHS) fue creada por el gobierno de George W. Bush en marzo del 2003, como sucesora del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS). La principal razón para la cual fue creada ICE es la deportación de indocumentados, mediante su Oficina de Detención y Deportación (ERO).
ICE no vigila las fronteras, esa tarea le compete a la Patrulla Fronteriza, una unidad de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, que es una agencia hermana de ICE.
La tercera cabeza de este cancerbero es el sistema de cortes de inmigración, que no depende del sistema judicial sino del DHS, y cuyos “jueces” en realidad son agentes migratorios que fungen como magistrados.
La lista de denuncias sobre abusos en contra de los inmigrantes es extensa. Al ICE se le acusa de concentrase en inmigrantes no criminales, emplear técnicas engañosas para entrar a las casas de los inmigrantes y arrestarlos, así como ensañarse contra víctimas de delitos y arrestarlas en las cortes civiles.
La Patrulla Fronteriza ha sido duramente cuestionada por la cruel práctica de separar niños de sus padres y encerrarlos en jaulas. Organizaciones sociales recabaron 200 testimonios de inmigrantes detenidos en la frontera, entre ellos muchos menores de edad, y los incluyeron en una demanda en un tribunal de California contra el gobierno de Trump.
El documento judicial describe una cruel lista de abusos, indiferencia, y malas condiciones en los centros carcelarios, muchos se quejaban de padecer frío extremo, de la saturación de las celdas, de recibir agua y alimentos en descomposición, de ser humillados por los oficiales o ser amenazados con no recibir atención médica.
Qué decir del sistema de cortes de inmigración. Según un reporte del Centro de Información TRAC, entre octubre del 2016 y mayo del 2017, de todos los nuevos casos pendientes en la Corte de Inmigración de Charlotte, que atiende a las Carolinas, el 97 % fue de personas procesadas solamente por faltas a leyes de inmigración, mientras que solo 3 % era de inmigrantes acusados de cargos criminales.
Según TRAC, para ganar un caso de asilo con los jueces de esta corte se necesita un verdadero milagro. Los jueces Barry Pettinato y Stuart Couch ostentan algunos de los niveles más altos de negación del país. Pettinato negó el 84.5 % de las peticiones, mientras que Couch negó el 81.6 %.
El pedido de eliminar ICE si bien hoy por hoy es utópico, además es insuficiente, se necesita reformar todo este desastre llamado sistema de inmigración en Estados Unidos.
Algunos pueden decir que los agentes del ICE, de la Patrulla Fronteriza, o de las cortes de inmigración simplemente cumplen órdenes, y es justamente ese el problema, pues a diferencia de otras agencias independientes como el actual FBI, o nuestro sistema judicial, las agencias migratorias dependen de los caprichos políticos del gobierno de turno. Esto socava la credibilidad de sus acciones.
Hasta ahora buena parte de los atropellos contra los inmigrantes están generando cambios gracias a dos factores: las denuncias de las víctimas, y las acciones legales realizadas en contra de las acciones de gobierno. Un tercer factor para cambiar las cosas será si usted participa y vota en las próximas elecciones.