El número de menores migrantes no acompañados alcanzó cifras históricas en Estados Unidos. Gobiernos como el de Texas se han visto orillados a reutilizar centros de convenciones, campamentos para trabajadores petroleros y bases militares para ofrecer más de 16,000 camas de emergencia a los niños.
La situación con los menores migrantes ha generado críticas por parte de funcionarios públicos que piden al gobierno mayor atención en centros de detención que retienen a niños migrantes hasta por más de una semana.
Hasta la madrugada del miércoles, se registraron más de 16,500 menores no acompañados, de los cuales 11,500 se encuentran repartidos en refugios y viviendas de emergencia. Otros 5,000 están varados en instalaciones sobrepobladas de la Patrulla Fronteriza, a las cuales no se les ha permitido el acceso a los medios de comunicación.
El récord de menores no acompañados tenía fecha de mayo de 2019, cuando más de 11 mil menores quedaron bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.
Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, dijo que la frontera estaba “cerrada” y reiteró a los migrantes el mensaje del gobierno de "no viajar a Estados Unidos". Agregó que, aunque miles de migrantes y familias completas son deportadas, no pueden dejar a su suerte a los menores no acompañados.
La administración de Biden anunció la apertura de dos centro de convenciones para albergar menores, uno en Dallas y otro en San Diego, además de un estadio en San Antonio. También un campamento para trabajadores petroleros en Midland se volvió un refugio improvisado, al igual que una instalación de emergencia cerca de Carrizo Springs con capacidad para albergar hasta 500 niños.
Por su parte, el Pentágono informó que permitirá al HHS usar un dormitorio en la Base de la Fuerza Aérea Lackland en San Antonio y aterrizar en Fort Bliss para darle asilo a menores migrantes.