En su primer día, el nuevo Presidente Joe Biden introdujo un proyecto llamado: Ley de Ciudadanía de Estados Unidos 2021. Si es firmada, revisará las actuales leyes de inmigración y anularía varias políticas del expresidente Donald Trump. Entre las propuestas se encuentra una vía directa de ocho años hacia la ciudadanía para inmigrantes calificados. También aumentaría el número de refugiados y solicitantes de asilo admitidos en el país.
Una investigación de New American Economy, en asociación con el condado de Mecklenburg y la ciudad de Charlotte, encontró que la comunidad inmigrante constituye más de 15 % de la población total del condado. Este grupo es predominantemente de países de habla hispana.
Según datos del Censo entre 2012 y 2017, un 15.5 % de todos los inmigrantes son de origen mexicano. Un 13.2 % provienen de India. En tercer, cuarto y quinto lugar están Honduras, El Salvador y Colombia, respectivamente.
En varias entrevistas, miembros de la comunidad inmigrante de Charlotte y sus defensores dicen que esperan con cautela el avance del nuevo plan migratorio de Biden.
Madre, activista, empresaria e indocumentada
El día de Maura Trejo comienza antes de salir el sol, a las 4:30 a.m. con una oración. Luego hace un poco de ejercicio. Continúa su rutina con un desayuno para ella y su hijo menor, Adrián, de 18 años.
Como dueña del restaurante Why Not Pizza en East Charlotte, desde las 9:00 a.m. hasta las 8:00 p.m., trabaja con su equipo de lunes a sábado. Sólo tiene el domingo para descansar.
“Ya tenemos 8 años aquí trabajando con nuestro negocio”, dijo Trejo.
Explica que sus hijas mayores, Vanessa y Vianey, la motivaron a ella y a su exesposo a abrir el restaurante. Las jóvenes trabajaban en otra pizzería de la ciudad, y veían cómo sus colegas, varios indocumentados, laboraban largas jornadas con poco descanso y sueldos bajos. La meta sería ofrecerles empleo con horarios flexibles para quienes querían estudiar y obtener un mejor ingreso.
Para Trejo, el clamor de sus hijas fue personal. Ella también es indocumentada y llegó al país hace 20 años cuando ambas eran niñas. Vanesa, la mayor, eventualmente obtuvo su ciudadanía; Vianey es beneficiaria de DACA; y Adrián, el único aún viviendo en casa, nació en Estados Unidos.
Cumplió su meta de ser empresaria y el éxito de Why Not Pizza logró que sus hijos expandieran el negocio familiar con una heladería en el local de al lado.
“Lo hicimos con los ojos cerrados porque no sabíamos nada sobre abrir un negocio”, dice Trejo.
No obstante los logros, Trejo y su familia también han vivido desigualdades y racismo por ser inmigrantes.
“Te lo digo como activista, te lo digo como persona y como mujer de negocios: Hay muchas veces que me tengo que limitar a ciertas cosas. ¿Por qué? Simplemente porque a veces no tener un documento te limita a tener voz,” explica Trejo, quien participa de los grupos comunitarios ActionNC y Be The Change.
Ella dice que la presidencia de Biden y su propuesta migratoria la hace sentir muy optimista. Cuando preguntamos cuáles aspectos de su vida tendrían más impacto, Trejo no habló de su propio estatus migratorio, ni el de Vianey. Nos comentó sobre su empleado Alan, quien vino solo a Estados Unidos desde México a los 14 años.
“Terminó su high school y tiene muchas, muchas ganas de ir a México a ver a sus padres. Te hablo por él, porque sería un cambio, algo (increíble) que pueda tener esa oportunidad”, dice Trejo, refiriéndose a que los beneficiarios de DACA, como Alan y su hija Vianey, puedan viajar y visitar a seres queridos sin miedo a ser deportados, o mejor aún, poder convertirse en ciudadanos.
Un asunto legal
Desde los primeros anuncios del plan de reforma migratoria de Biden, las llamadas telefónicas y los mensajes de texto de clientes han llegado constantemente para la abogada de inmigración Jordan Forsythe en Charlotte, quien aseguró que tiene esperanza.
"Si Biden se sale con la suya, parece que habrá un camino para las personas que han trabajado y vivido en Estados Unidos, que no tienen antecedentes penales y que han pagado sus impuestos y han hecho las cosas de la manera correcta", dijo Forsythe.
La abogada trabaja en muchos casos que pasan por la Corte de Inmigración de Charlotte, conocida por tener las tasas de deportación más altas del país, según datos de TRAC de la Universidad de Syracuse. En el 2017, el 82 % de los casos recibieron órdenes de deportación allí. El año siguiente, los rechazos aumentaron un 8.4 % haciendo que el 90.4 % de inmigrantes que buscaban quedarse fueran deportados. La tasa de rechazos aumentó de nuevo un 2.3 % en el 2019, regresando al 82 % de negaciones en el 2020.
TRAC estima que solo un 45.9 % de los casos (alrededor de 1,800), serían rechazados este año, coincidiendo con el inicio del nuevo gobierno. Y aunque las cortes de inmigración se diferencian de las agencias federales, como el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Forsythe dice que quién está en la Casa Blanca sí influye en los resultados de estos tribunales.
"La forma de generar un cambio en las cortes de inmigración es hacerlas cortes federales reales (es decir independientes del poder Ejecutivo)", dijo la abogada. "Hasta entonces, las cortes de inmigración fluirán con las mismas inclinaciones políticas de la Casa Blanca".
Forsythe también señala que la propuesta de Biden no sucederá sin el rechazo de los republicanos en el Congreso.
El representante estatal republicano Mark Brody representa al distrito 55 de Carolina del Norte que abarca los condados de Anson y Union. En el 2019, Brody estuvo entre los patrocinadores del proyecto de ley estatal HB135 que intentó limitar las “ciudades santuario.” El republicano dice que cualquier acción legislativa a nivel estatal dependerá del plan de Biden.
“Termina siendo problemático si no controlas quién entra”, dijo Brody. “Y luego, por supuesto, no solo son las personas trabajadoras que vienen en busca de una vida mejor. También está el aspecto criminal. Y esa gente también entra".
Una posible victoria también para los refugiados y asilados
Kamal Dhimal vivió en un campo de refugiados en Nepal durante 20 años antes de ser trasladado a Estados Unidos.
Dhimal nació en Bután, en el sureste de Asia. Al volverse víctima de la persecución del gobierno butanés, incluyendo el asesinato de su padre, huyó en 1992 a tan sólo seis años.
“Era como una prisión. No se nos permitía salir. No se nos permitía poseer dinero. No se nos permitía hacer nada”, dijo en una entrevista.
En 2010, Dhimal, su esposa y su hija de 18 meses fueron entre los casi 61,000 refugiados butaneses admitidos en Estados Unidos entre 2008 y 2012.
“Tuve la oportunidad de oro de venir a esta gran tierra de oportunidades”, dijo.
Al inicio, una organización sin fines de lucro les ayudó a reubicarse en Charlotte. Les consiguieron un apartamento donde vivir y trabajo para mantenerse.
Pero no todo ha sido perfecto, dice Dhimal. En abril 2017, su primer negocio, un mercado nepalí-indio en East Charlotte, fue incendiado en medio de la noche. La policía de Charlotte-Mecklenburg lo calificó como un crimen de odio después de encontrar una carta que lo amenazó con "regresar de donde vino".
Pero mientras más se acercaba la inauguración de Biden, las conversaciones sobre recibir a más refugiados y ofrecer más oportunidades de ciudadanía para inmigrantes bajo la nueva administración lo hacen sentir esperanzado.
“En el fondo, esto es lo que es Estados Unidos”, dijo Dhimal. “Estoy muy feliz y tengo la esperanza de que Estados Unidos regrese nuevamente al nivel de comprensión y unidad (en) diversidad”.
Un esfuerzo comunitario
La Coalición Latinoamericana de Charlotte atiende actualmente a unos 150 clientes que buscan permanecer en el país legalmente.
"Hay mucha esperanza en general", dijo Ivonne Bass, quien administra el Centro Legal para Inmigrantes de la Coalición. “Pero al mismo tiempo, todos estamos esperando a ver qué puede hacer realmente Biden en sus primeros 100 días (en la presidencia). Porque una cosa es lo que planea hacer y quiere hacer, y otra cosa es lo que realmente puede hacer como presidente".
Bass dice que tiene esperanzas sobre el plan de la administración y tiene clientes que preguntan qué pueden esperar de sus casos con la nueva administración.
Ella les dice que tengan paciencia. Aunque Biden haya cumplido con introducir su legislación, tienen que esperar y ver si el Congreso la aprobará y si la pandemia retrasa el proceso.