¿Qué es el karma? Empecemos por decir que no es un castigo, pero sí enseña cómo cada persona es responsable de sembrar su propio futuro incluso más allá de una vida.
Para entender qué es el karma se debe empezar por comprender que formamos parte de un ciclo que incluye el nacimiento, la vida y la muerte. Al ser un círculo no tiene principio ni fin. Sin embargo, entendiendo la muerte como un cierre temporal siempre que "termina" ese ciclo vuelve a empezar; eso es lo que llamamos reencarnación en el Budismo e Hinduismo.
Entonces, ¿qué es el karma?
La palabra karma significa acción. Normalmente se piensa que es un castigo por todo lo que hacemos en una vida pasada y estamos destinado a pagar. Pero en realidad es la semilla que plantamos y según sea su calidad así mismo será la cosecha.
De modo que el karma son las acciones, los pensamientos o las palabras que se siembran y germinan en forma de consecuencias. Es por eso que a la ley kármica se le explica como causa y efecto o como la ley del boomerang, pues todo lo que se envía al Universo, regresa a nosotros tarde o temprano, incluso en otra vida.
También hay que entender que el karma no es un castigo impuesto por un Dios, sino el resultado individual de lo que hacemos.

Si el karma no es castigo, ¿por qué sufrimos?
El budismo explica que sufrimos por esas numerosas acciones perjudiciales en vidas pasadas. Cuando renacemos o reencarnamos el sufrimiento será la oportunidad de aprender de esas acciones, pensamientos o palabras que sembramos. La nueva vida se instala en un mundo impuro y contaminado, lleno de problemas y dificultades.
Ahora bien, esa contaminación se alimenta de perturbaciones mentales: el odio y la rabia, el apego, el ego, la ignorancia, la ambición y el miedo a la muerte.
¿Se puede limpiar el karma? ¿Cómo hacerlo?
Al crearse por acciones individuales en efecto el karma sí puede limpiarse hasta sanarlo. Cada vida será la oportunidad de superar y aprender lecciones y redefinir las vida siguientes.
Es posible limpiar el karma mediante las acciones bondadosas, la oración, la meditación, el yoga, así como otras prácticas espirituales.
A medida que las acciones sean mejores, se logrará mayor avance en la rueda de la vida hasta alcanzar la iluminación. Para el budismo las personas que alcanzan este punto se desprenden del plano físico y no tendrán necesidad de reencarnar en la tierra.