Hay varias maneras incorrectas de resolver conflictos. A continuación, seguiremos nuestra serie en donde exploramos algunas de ellas. Es muy probable que se identifique con alguno de estos casos. En esta ocasión veremos un tipo de persona que no puede olvidar los conflictos del ayer, aquellos que dicen “perdono, pero no olvido”.
¿Qué pasa cuando uno de los cónyuges pareciera que saca de su archivo mental problemas que tuvieron juntos hace varios años? En esos casos nos encontramos en el denominado “cónyuge arqueólogo”.
El arqueólogo
El afán de los arqueólogos es excavar el pasado y ayudarnos a nunca olvidarlo. Hay quienes hacen lo mismo en el hogar. Escarban constantemente el pasado, reabren antiguas heridas. No pierden la oportunidad de recordarle a su pareja, lo que en algún momento hicieron mal.
“¿Te acuerdas?”, es su frase favorita. Si constantemente estamos recordando el pasado, eso no nos permitirá resolver los problemas del presente.
Dejemos que los arqueólogos se dediquen a excavar en el pasado. Su matrimonio nunca va a llegar al ideal que Dios tiene para ustedes, si no son capaces de perdonar y olvidar.
El resentimiento es un veneno que lastima al corazón. Si existen situaciones que quedaron sin ser resueltas, es bueno hablar de ellas, buscar soluciones y seguir adelante con nuestras vidas.
¿Cómo perdonar de manera efectiva?
Recordemos lo siguiente:
• El perdonar no es un sentimiento, es una decisión. Si espera sentir el deseo de perdonar, probablemente nunca lo sentirá.
• Propónganse esta meta: ¡Nunca hablar del pasado! No es fácil para quienes están acostumbrados a hacerlo, pero es necesario.
• Concéntrense en el presente. Los problemas de hoy se resuelven hoy; los de mañana, déjenlos para mañana; y lo que pasó, olvídenlo. Ya no se puede dar marcha atrás.
Evitando conflictos innecesarios
Es inevitable tener conflictos en la vida de pareja. Es normal que dos personas inteligentes que tiene opiniones distintas sobre un mismo punto lleguen a una situación de desacuerdo. El asunto es cómo enfrentarlo. Algo aún mejor es evitar conflictos innecesarios.
Yo veo las situaciones de esta manera: De cada 10 conflictos que usted cree que va a tener con su pareja ( o en general), cinco de ellos nunca llegan; dos de ellos, no serán tan difíciles como creía al principio. Otros dos, los podría solucionar si se esforzara de verdad, y uno de ellos, por más que se esfuerce, no podrá solucionarlo. Así que, ¿para qué se preocupa?