Los adultos enfrentamos nuevos desafíos de la salud dental. A pesar de los hábitos dentales que deben prevalecer, la edad permite que seamos más propensos a sufrir problemas bucales.
Desde niños y adolescentes aprendimos cómo cuidar los dientes a través de hábitos del cepillado. Cuando entramos a la adultez se hace preciso afianzar esas rutinas de aseo y atender los casos que irremediablemente se pueden presentar afectando la salud oral.
Implantes dentales
Los adultos son propensos a enfermedades bucales comunes: caries dental, enfermedades de las encías, debilitamiento de los nervios y tejidos que sostienen el diente. En los casos extremos se llega a perder dientes y se hace necesario reponerlos de manera artificial.
Algunas de las soluciones para las afecciones dentales más comunes son:
- Las coronas para reforzar dientes dañados.
- Los implantes y los puentes usados para reemplazar dientes perdidos.
- Prótesis dentales completas o parciales.
Mayor sensibilidad
Las encías se retraen a medida que pasan los años y dejan zonas del diente que no están protegidas por el esmalte. Esto hace que los dientes tengan mayor sensibilidad al exponerlos a alimentos y bebidas frías o calientes. También puede ocurrir con alimentos dulces o ácidos.
Estas sensaciones son molestas y pueden controlarse. Tras una visita al odontólogo podrías requerir implementos de aseo especial para esa condición. Cepillo de cerdas suaves, técnicas de cepillado poco agresivo y pasta dental para dientes sensibles son algunos de los cambios que podrías experimentar.
Necesidad de blanqueamiento
Los adultos tenemos más consciencia y nos preocupamos mucho por la apariencia de los dientes. Hábitos arrastrados desde jóvenes como el tabaquismo o la exposición a alimentos y/o bebidas que manchan los dientes (el vino, el café) nos generan curiosidad por tratamientos blanqueadores.
Ya existen pastas dentales que tienen la promesa de blanquear los dientes. Pero usualmente se recurren a tratamientos aplicados por un período de tiempo específico. La recomendación principal en ese caso es hacerlo con la guía del dentista, ya que podrías dañar más de lo que reparas si usas productos no apropiados.
¿Cómo prolongar la vida de los dientes?
Gracias a que los adultos somos conscientes de la importancia de cuidar la dentadura, seguro no será difícil seguir algunas recomendaciones:
- Cepillarse los dientes después de cada comida.
- Tener técnicas específicas que incluyan cepillado de los dientes y lengua.
- Renovar el cepillo dental cada tres meses.
- Usar el hilo dental y enjuagues bucales sugeridos por el odontólogo.
- No aplicar tratamientos blanqueadores sin recomendación y seguimiento de un especialista.
- Evitar el avance de las afecciones dentales que se presenten.
- Beber suficiente agua al día.
- Visitar al odontólogo cada 6 meses para efectuar limpiezas, radiografías y otros que sean necesarios para cuidar la salud bucal.
Aun cuando existen muchas alternativas dentales cuando los adultos pierden piezas por las razones que sean, se sabe lo costoso que son esos tratamientos. Debemos ser responsables de seguir lo que corresponde para que nuestros dientes se mantengan sanos y nos duren toda la vida.