Descubre los hábitos de las personas altamente curiosas y la manera cómo pueden incidir en su éxito. El concepto etimológico de curiosidad proviene del latín curiosus
, compuesta por cura
(interés) y osus
(abundancia).
Venimos al mundo dotados de curiosidad por naturaleza. Así que es fácil encontrar analogía en cada uno de estos hábitos en los mecanismos de aprendizaje de los niños. ¿Qué tanto aflora el niño curioso en tu vida diaria?. Veamos.
1. Poseen una mente abierta para aprender.
Las personas curiosas son como pac-man queriendo comer todo lo que se les atraviesa. La sed de saber algo los mantiene en constante aprendizaje. Es por eso que se convierten en verdaderos sabios.
2. Tienen muchas preguntas.
La mejor manera de aprender es preguntar. Los curiosos encuentran un estímulo por doquier. Sienten la necesidad de comprender cómo funciona todo lo que les rodea.
3. Se automotivan proactivamente.
El hecho de tener inquietudes les permite mantenerse interesados en encontrar lo que buscan. No necesitan que alguien los empuje hacia los objetivos, ellos mismos se los proponen.
4. Su premisa es creer.
Cuando van tras las búsqueda de soluciones las personas curiosas son altamente positivas. Tienen confianza en que llegarán al final del camino con las respuestas que necesitan. Esto tiene un gran valor en las empresas porque no se rinden fácilmente.
5. No miden el tiempo.
La tenacidad y espíritu inquieto los obliga a trabajar más de lo normal sin darse cuenta. Pero, tampoco les importa ni representa una carga para ellos.
6. Encuentran más de una respuesta y solución.
La mente abierta al aprendizaje los acerca a múltiples soluciones a un mismo problema.
7. No tienen miedo a equivocarse.
El error es parte del ensayo para las personas curiosas. Esto hace que no pierdan su carácter positivo ante las circunstancias. Lo que sí es que aprenden de los errores para no volver a repetirlos. Van tomando lo que les funciona y descartan lo que no.
8. Son flexibles y adaptables.
Cuando un camino falla puede haber otro disponible. Esa es la actitud de una persona que no se rinde. Aceptar los cambios, los errores y las distintas maneras de ver una misma cosa son capacidades de los curiosos.
9. Son creativos.
Conocer tanto de un tema les ayuda a presentar propuestas de manera diferente. De aquí hay un paso a la innovación tan anhelada en el campo laboral.
10. Siempre están ocupados.
El tiempo libre no existe para los curiosos, pero tampoco el aburrimiento. Después de todo hay muchas cosas de interés por explorar y descubrir.
11. Muestran empatía.
Los curiosos no escatiman en estar frente a las personas que tienen mucho por enseñarle. Y para aprender por la experiencia ajena o para solucionar problemas de otros desarrollan capacidad de tomar su lugar.
12. Destacan por su alto desempeño.
El desempeño no es tanto uno de los hábitos de las personas altamente curiosas sino más bien una consecuencia de la curiosidad. Tener la lista de hábitos mencionados constituye una fortaleza para enfrentar la vida personal y laboral.
Algunas actividades y profesiones necesitan personas curiosas al mando: el arte, la música, el mercadeo, la publicidad, la educación, la arquitectura, el diseño gráfico, la fotografía, el desarrollo de proyectos digitales, entre otras.