Huele a cloro en el pórtico de concreto de un apartamento, al este de Charlotte, en donde Mónica Del Cid deja caer una pesada caja llena de víveres. Luego se se aleja rápidamente a 10 pasos y marca su teléfono, mientras lleva puesta sus guantes de goma y su mascarilla. Llama a un hogar con […]