Jovial, optimista y con una contagiosa sonrisa en su rostro, así es Wendy Glod, una joven venezolana poseedora de una dulce voz, quien ha dedicado su vida a la música que alaba a Dios, pues dice sentirse agradecida por el preciado don de la vida, especialmente tras la batalla que ha librado por más de cinco años para recuperar su salud.
Su pasión por la música
Nacida en La Guaira, al centro norte de Venezuela, Wendy creció en medio de una atmósfera musical. Su padre era pastor y reconocido cantante cristiano, mientras que su madre era directora de coros de iglesia.
“La primera vez que canté en público tenía 6 años, fue un dúo con mi mamá. Recuerdo que no estaba nerviosa, pues nos veíamos mucho mientras cantábamos, entonces no me sentí sola, sino que cantar era como algo natural”, dice Wendy, quien desde pequeña formó parte de varios conjuntos musicales en su iglesia local.
“Cuando tenía 11 años, mi papá regresó de un viaje a Estados Unidos y me trajo de regalo un Walkman. Empecé a escuchar música en inglés todo el día y allí descubrí a Whitney Houston. Me la pasaba cantando sus canciones”, recuerda.
Como buena estudiante, Wendy terminó la secundaria a sus 16 años y luego entró al Instituto Universitario Adventista de Venezuela en Nirgua, en donde estudió administración de empresas y música. Allí se hizo conocida por tener una voz similar a la cantante Whitney Houston, esto le abrió las puertas para que formara parte de la agrupación musical Teen Voices, por siete años.
“Era curioso, en esa época tenía mucho temor de hablar en público, pero no tenía ningún problema en subirme a una plataforma y cantar para una multitud”, asegura.
Un corazón roto
A los 22 años de edad Wendy llegó a Estados Unidos para estudiar inglés por unos meses, pero al cabo de ese tiempo su padre recibió un llamado para liderar una iglesia aquí, así que se quedó para acompañarlo.
Con el paso del tiempo Wendy se enamoró y tuvo una larga relación, que al final terminó en una dolorosa ruptura, lo cual la sumió en un estado de depresión.
“Fue algo muy duro para mi en aquel entonces, pasé más de un año batallando con ese dolor, hasta que un día cuando me sentía especialmente deprimida, tomé la Biblia y encontré el Salmo 13, el cual es un clamor de angustia, pero al mismo tiempo es una declaración de confianza en Dios en medio del dolor. Me puse a escribir lo que esas palabras significaban para mi, y así nació la letra de mi primera canción”, añade.
Encontró en su corazón una melodía y junto a su hermano Kenneth, orquestaron la canción “Lord of my Salvation”.
Wendy aprendió a encontrar refugio en Dios, y en la música, todo esto la prepararía para una prueba mucho más grave.
Luchando por su vida
En el año 2012, mientras se mudaba de Atlanta a Charlotte, empezó a notar ciertas complicaciones en su salud. Durante meses los médicos hicieron pruebas sin encontrar la raíz del problema, hasta que al cabo de tres meses sufrió un desmayo. Fue llevada a la Sala de Emergencias y tras varios análisis le diagnosticaron lupus, el cual había afectado sus riñones.
Ahí empezó una dura etapa de constantes hospitalizaciones, extrema debilidad, pérdida de peso y dolorosas recaídas.
Los riñones de Wendy dejaron de funcionar y tuvo que someterse a sesiones de diálisis. Por si esto fuera poco, a semanas de someterse a un transplante de riñón, sufrió una apendicitis que devino en una peritonitis, es decir una seria infección interna, lo cual suspendió el transplante.
“En tres ocaciones los médicos se asustaron y pensaron que no llegaría a ver la luz del día”, menciona.
“El dolor corporal era tan fuerte que comencé a cuestionar del por qué estaba sufriendo tanto. Pero aprendí a depender más del Señor, a confiar en El. Eso me dio paz, me motivó a seguir escribiendo canciones, lo cual me ayudó mucho a recuperarme”, agrega Wendy, quien sigue a la espera de un transplante de riñón y aprendió a sobrellevar su enfermedad mediante un estilo de vida saludable y mucha confianza en su Creador.
Testimonio musical
Su fe, su amor a la música y el deseo de inspirar a otros a mantener la esperanza aún en medio del dolor, la motivaron a grabar un CD con sus propias canciones.
“He compuesto 20 canciones originales, pero escogimos 10 para este disco”, dice. “Todas las canciones están basadas en un versículo bíblico y en mis propio testimonio al caminar con el Señor”.
Las canciones del CD “Nothing Can Separate Me Now” además de contar con la prodigiosa voz de Wendy, son cálidas, llenas de esperanza y ofrecen un toque personal capaz de brindar ánimo aún en los momentos más obscuros.
“Con mi música quiero dejarles saber que si estás pasando por dificultades, no estás solo, tienes un Padre Celestial que te ama y te fortalecerá para salir adelante”, concluye.
“Nothing Can Separate Me Now”
El CD “Nothing Can Separate Me Now” tiene un costo de $10. Para adquirirlo escriba a: wendyglod@hotmail.com
También puede visitar: Facebook @wendyglod o en Instagram @wendyglodministries
Pie de foto:
Fotos: Facebook.com/vanessajacomephotography