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Cada vez es más complicado que las iglesias cristianas se mantengan indiferentes frente al tema migratorio. Por un lado, están quienes defienden el mandato bíblico de cuidar del extranjero, por el otro, está el movimiento cristiano nacionalista que minimiza la compasión y maximiza leyes migratorias restrictivas. Con el cambio de administración, la postura que tome una iglesia será muy importante, pues estos lugares de adoración deben enfrentarse a la pregunta: ¿Qué hacer si agentes de Inmigración llegan a sus puertas?

Una de las primeras acciones oficiales del gobierno de Donald Trump establece que las autoridades migratorias ahora pueden ingresar a escuelas, centros de atención médica e iglesias para realizar arrestos.

“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados. La administración Trump no les atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden y, en cambio, confía en que utilicen el sentido común”, dijo Benjamine Huffman, secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

¿Por qué las iglesias deberían abordar este tema?

En parte porque muy probablemente entre sus feligreses haya inmigrantes indocumentados o personas cercanas a estos inmigrantes.

Tras décadas de declive en el número de feligreses, muchas las iglesias en Estados Unidos se mantienen, o incluso crecen en gran medida, por la comunidad latina. Por ejemplo, se proyecta que para el año 2030, la mitad de toda la población latina del país se identificará como evangélicos protestantes. En contraste, los feligreses de iglesias protestantes evangélicas blancas, han disminuido del 23 % de la población en el 2006 al 14 % en el 2020, según el Censo.

Se espera que estas órdenes de arresto por parte de las agencias migratorias, al menos en primera instancia, sean dirigidas contra inmigrantes que fueron hallados culpables de ciertos delitos graves. Pero también es cierto que durante estos operativos, si los agentes encuentran a personas indocumentadas, aunque no tengan antecedentes delictivos, igualmente pueden ser detenidas.

¿Puede una iglesia desobedecer a las autoridades?

Vale la pena distinguir dos conceptos que podrían confundirse como sinónimos: legalidad y justicia. La frase: “Una ley injusta, no es ley”, es un aforismo ampliamente usado dentro de la jurisprudencia. Tiene su origen en San Agustín, y ha sido utilizado por diversas figuras religiosas, desde Santo Tomás de Aquino​, hasta Martin Luther King Jr.. Este último la citó​ durante el Movimiento por los derechos civiles para denunciar la segregación racial, que en ese momento era legal.

Pero dejando de lado la desobediencia civil, si un oficial de inmigración llega a una iglesia, ¿tiene alternativas para proteger a sus feligreses? La respuesta es afirmativa. Si se desea proteger a la congregación, lo primero es establecer un plan de acción y lo segundo es conocer sus derechos, como por ejemplo:

  1. Pida que le muestren la orden de registro

En el caso de que un agente se presente en su iglesia con una orden de registro, mantenga la calma. Tiene derecho a pedirle que la sostenga frente a la ventana o la coloque debajo de la puerta.

  1. Verifique que es válida

Si la orden tiene una dirección incorrecta o el nombre está equivocado, puede pedirle amablemente que se retire. Si los datos de la orden son incorrectos o si ha expirado, los agentes no tienen derecho a entrar.

  1. Compruebe su alcance

Las órdenes de registro no le dan a los agentes el poder de hacer lo que quiera o entrar a todas partes. Pueden estar limitadas a una determinada área de la iglesia, como el estacionamiento, por ejemplo. No tienen derecho a entrar en ningún otro edificio que no esté mencionado en la orden.

Iglesias de Carolina del Norte Vs. inmigración

No es la primera vez que las iglesias han tenido un rol protagónico en el tema migratorio. En el año 2018, Carolina del Norte fue el estado con el mayor número de inmigrantes refugiados en santuario dentro de iglesias, de todo el país, según la organización Church Word Services.

De acuerdo al reporte titulado “Santuario en la era Trump”, de los 36 inmigrantes que para ese entonces estaban en santuario, cinco permanecían en iglesias de Carolina del Norte.

Si como dice la Epístola de Santiago: la fe sin obras es muerta, entonces hoy cabe la pregunta, ¿pueden las iglesias darse el lujo de permanecer indiferentes en este tema?

“Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron”, Mateo 25:35 (RVC).

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com