El nuevo Informe Mundial de la Felicidad, basado en la Encuesta Mundial de Gallup a personas en más de 150 países, ofrece un revelador vistazo a la percepción del bienestar emocional en distintas partes del mundo. ¿Qué hace a un país más feliz que otro?
Este ranking evaluó el promedio de la calidad de vida entre los años 2021 y 2023, es decir, luego de la pandemia del COVID-19. Este año incluyen por primera vez clasificaciones específicas por grupos de edad.
Según el reporte, nuevamente, tres países nórdicos: Finlandia, Dinamarca, e Islandia, son los más felices del mundo.
En Estados Unidos, la felicidad de los jóvenes cayó precipitadamente y, por primera vez desde el año 2012, el país salió del grupo de los 20 países más felices.
América Latina también sufre cambios, Costa Rica es el país más feliz al ubicarse en el puesto 12, seguido por México (25), le sigue Uruguay (26), y El Salvador (33).
En busca de la felicidad
El informe ofrece un dato interesante, la riqueza de un país, si bien es importante, no es un factor determinante a la hora de medir el bienestar emocional de la población. Por ejemplo, en Estados Unidos el ingreso per cápita subió durante la última década, pero los índices de felicidad bajaron, pasando del puesto 14 en el 2017 al puesto 23 en el 2023.
Es posible que la felicidad vaya más allá de nuestro entorno y dependa de nuestras expectativas frente a una creciente sociedad de consumo. Mientras que a muchas personas las deprime el clima helado, los finlandeses no se complican con este tema, pues el norte de ese país está cubierto por nieve cada año entre 7 y 8 meses. En invierno se viven días sumamente cortos y largas noches, con temperaturas que pueden llegar a los -9.4F (-23C).
El principal producto de exportación de Finlandia es el petróleo y sus derivados, pero desde finales del año 2014 los precios del petróleo han caído y se mantienen relativamente bajos. Con un clima así y sin mayor repunte económico, ¿qué tienen los finlandeses que nosotros no?
Quizás la clave se encuentre en un estilo de vida adoptada en los países nórdicos que se pueden resumir en dos palabras difícil de traducir y pronunciar: “hygge” y “kalsarikännit”.
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La calidez de un lugar está en su gente
“Hygge”, un concepto adoptado especialmente en Dinamarca, puede resumirse en la idea de abrigarse, ponerse cómodo y hacer de cualquier sitio un lugar acogedor, pese a las adversidades del clima. Esta no es una oda al conformismo. Los nórdicos saben que el invierno llegará; por tanto, trabajan, se preparan y se abastecen para cuando bajen las temperaturas.
Esta es una fascinante lección. La vida está llena de momentos difíciles, no podemos pretender que nunca llegarán esas tormentas, pero lejos de angustiarnos, debemos prepararnos y tratar de estar listos, esto requiere disciplina. Una vez que la tormenta arrecia, y pese a que hay cosas que pueden estar fuera de nuestro control, al menos podemos esperar que pase el temporal al calor del hogar que hayamos construido.
¿Nos cuesta ser felices con nosotros mismos?
Los finlandeses llevan el concepto de felicidad, un paso más allá. Debido a que en los crudos meses de invierno es difícil tener actividades sociales, desarrollaron la idea llamada: “kalsarikännit”. Que literalmente significa beber una copa, solo en casa, en ropa interior. En pocas palabras, estar cómodos con nosotros mismos.
Si bien siempre podemos mejorar y todos tenemos defectos que corregir, según esta cosmovisión, es importante aceptarnos y dedicar tiempo para nosotros mismos, esto “cargará” nuestras baterías emocionales, para luego cuidar de los demás.
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