El yoga facial es una técnica que ayuda a rejuvenecer el rostro de forma sencilla. La técnica consiste en una serie de ejercicios de tonificación, estiramientos y masajes para la cara.
Estos ayudan a los músculos del rostro a mantener su elasticidad y fuerza. El principal beneficio de practicar este tipo de yoga es mantener un rostro más juvenil y elástico. Los ejercicios los pueden practicar personas de todas las edades y con todo tipo de piel en tan solo unos minutos cada día.
Practica yoga facial todas las mañanas para ver resultados
El yoga facial ha sido considerado por algunos como un botox sin agujas, por los excelentes resultados en la piel del rostro. Para lograr los resultados es necesario hacerlos cada mañana antes de aplicarse las cremas. De esta manera los músculos despiertan y se activa la microcirculación.
"Hay 70 músculos en la cara, que permiten todas las expresiones faciales: como los de cualquier otra parte del cuerpo, un buen entrenamiento es una ayuda valiosa para mantenerlos tonificados, vitales, desafiando el tiempo y la gravedad", explica la experta en belleza y profesora de yoga, Linda Rosaschino.
Estos son algunos de sus beneficios:
- Mejora la salud de rostro, cuello y escote
- Oxigena la piel de la cara
- Estimula la circulación de la sangre
- Relaja la tensión en el rostro
- Ayuda a reducir el estrés
- Combate la flacidez
- Vuelve la piel más flexible
Empieza a practicar yoga facial
Estos son los ejercicios básicos de yoga facial compartidos por El Mundo. También puedes buscar más ejercicios en Youtube. Practícalos todos los días para ver resultados en pocas semanas.
- Realiza pequeños círculos concéntricos con los dedos en el cuero cabelludo, como si estuvieras lavándote el pelo. Estos activan la circulación y liberan tensiones.
- Toma los lóbulos de las orejas entre el pulgar y el índice, y levántalos con pequeñas presiones hacia la punta de las orejas.
- Poniendo los puños cerrados bajo la barbilla, intenta abrir la boca haciendo fuerza con los nudillos. Repite 30 veces.
- Intenta abrir los párpados con los dedos colocados como anteojos imaginarios alrededor de los ojos. Repite 30 veces.
- Poniendo las yemas de los dedos en el centro de la frente, horizontalmente, empuja con los dedos suavemente hacia arriba mientras miras hacia abajo.