Carolina del Norte es el Estado que vio nacer a Vicks VapoRub, la pomada de olor inigualable. El ungüento nació en 1905 cuando el farmacéutico Lunsford Richardson tuvo una idea genial. El profesor de química preparaba remedios para aliviar algunos malestares.
En 1890 creo inicialmente el ungüento, que después cambió de nombre. Inicialmente fabricó una serie de medicinas que vendía remedios, bajo el nombre de Remedios Familiares Vicks. En aquellos tiempos patentó 21 medicamentos, incluyendo pastillas, cremas, aceites y pomadas. Los medicamentos aliviaban algunos síntomas de la gripa, estreñimiento y hasta dolencias.
Algunos de los productos se vendieron mejor que otros, pero el más exitoso fue el Vick's Magic Croup Salve para la tos. Después del éxito, Ricardson empezó a experimentar con productos mentolados. Y así llegó a crear la pomada que acabó siendo considerado como un ungüento mágico. Este fue llamado Vicks VapoRub, una combinación de mentol, alcanfor, aceite de eucalipto y otros aceites mezclados con jalea de petróleo.
Las ventas del Vicks VapoRub se dispararon con el brote de la gripa española
El éxito del Vicks VapoRub fue instantáneo ya que aliviaba muchas dolencias como las molestias en el pecho y la cabeza, además de la tos. Era recetado como un antigripal con muy buenos resultados. Sólo era necesario frotar la pomada en el pecho del paciente para así respirar los vapores que de ésta emanaban.
En 1911 este ungüento milagro fue nombrado Vicks VapoRub. Y después de extensas campañas de promoción y publicidad de boca en boca, las ventas se dispararon. Sobre todo después del brote de la gripa española en 1918.
La demanda fue tan grande que la fábrica que lo producía tuvo que trabajar día y noche. En medio del caos provocado por la pandemia, Richardson se enfermó de neumonía y murió en 1919.
La empresa familiar Richardson-Vicks, Inc., con sede en Greensboro, Carolina del Norte, siguió vendiendo el famoso ungüento hasta 1985. Richardson-Vicks se vendió a Procter & Gamble en aquel año y ahora se conoce como Vicks. Hoy es comercializado en 71 países bajo distintas marcas comerciales.
En muchos países de América Latina, la icónica pomada es usada para una gran variedad de dolencias. Hay quienes la usan para el catarro común y las alergias. También para las picaduras de insectos, los hongos, la caspa, dolores musculares y los labios resecos.