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Natalia Najera describió su llegada a Estados Unidos en el 2014 como solitaria. No era lo que parecía, ya que tenía a su esposo a su lado y un bebé en camino, pero así era como se sentía. Ese momento no sabía que necesitaba ayuda en salud mental.

Experimentó una depresión extrema al establecerse en Marion, Carolina del Norte, a miles de millas de México, donde había trabajado como educadora. Ocho meses después de dar a luz, comenzó a preocuparse cuando su hijo empezó a golpearse la cabeza con regularidad. Poco después, su hijo fue diagnosticado con autismo severo, no verbal.

Najera no tenía automóvil, no sabía inglés y sentía que no tenía ayuda.

Lloraba casi todos los días, y su depresión, que se convirtió en ansiedad severa, solo se hizo más fuerte en los siguientes siete años.

“Todos estos años imagínate sola,” dijo Najera, “yo sola.”

Con su esposo en el trabajo, era su responsabilidad cuidar a su hijo todos los días. Además, unos años después, Najera tuvo una hija, lo que describió como una situación aún más difícil. Después de siete años de cuidar a sus hijos y hacerse cargo del hogar sola, Najera supo que tenía que seguir adelante. Fue entonces cuando descubrió el Centro Unido Latino Americano.

El Centro Unido es una organización sin fines de lucro ubicada en Marion, que brinda servicios de salud mental a los latinos en el condado de McDowell. Najera sabía que el Centro Unido ayudaba a los latinos a traducir documentos importantes, pero pronto descubriría que también la ayudarían a mejorar su salud mental.

A través de un programa de terapia con base en México llamado Senarai, Najera comenzó terapia. Después de algunos meses de sesiones en línea, su terapeuta la animó a comenzar a hacer actividades para sí misma.

“Empiezo otra vez a vivir,” dijo Najera.

Ayudando a otras mujeres a sanar

Comenzó a ser voluntaria en el Centro Unido, trabajando en bancos de alimentos, donde los empleados notaron su potencial. La invitaron a ayudar a formar un programa recién lanzado llamado Tribu de Mujeres. Este grupo está compuesto por madres, abuelas, tías y hermanas que se reúnen dos veces al mes para discutir temas relacionados con la salud mental.

“Hoy, en estas dos horas, no cocino,” dijo Najera. “En estas dos horas, me voy a levantar. Me voy a bañar. Me voy a arreglar y me voy a reunir con estas mujeres.”

Dijo que estas mujeres comparten sus traumas, algunas han tenido que atravesar circunstancias inimaginables. Ha conocido madres que han perdido hijos por suicidio, adicción y accidentes automovilísticos. Najera mencionó que una mujer apenas puede asistir a una reunión debido a su pareja abusiva.

El programa ha crecido más allá de las reuniones quincenales. Cada miércoles por la mañana, algunas de las asistentes habituales se reúnen para dar un paseo matutino. Najera incluso organizó recientemente un picnic para que las mujeres lo disfruten.

“Puedo ser empática porque siento sus necesidades, y eso es lo que me gusta de esto, porque me gusta escuchar,” dijo Najera. “Sinceramente, a veces pensamos que tenemos muchos problemas, ‘soy la mujer con más problemas en el mundo’. Pero siempre hay alguien que tiene el doble.”

Najera es solo una de los muchos latinos que han cruzado las puertas del Centro Unido en busca de recursos de salud mental y que, tal vez, algún día liderarán su propia tribu de mujeres. Sin embargo, todavía hay una gran falta de estos servicios en todo el estado.

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El Centro Unido Latino Americano es una organización sin fines de lucro ubicada en Marion, que brinda servicios de salud mental a los latinos en el condado de McDowell. Foto: Cortesía El Centro Unidos

Falta de atención: Un problema de conocimiento, cultura y acceso

Misael Garriga siente pasión por servir a su comunidad. Dijo que trata de satisfacer sus necesidades, pero nunca imaginó que lo que vio con sus propios padres seguiría ocurriendo hoy en día.

El padre de Garriga es de Cuba y tuvo que trabajar para su gobierno durante tres años antes de tener la oportunidad de emigrar a Estados Unidos. Su madre, sin embargo, hizo el viaje sola con los tres hermanos mayores de Garriga; él aún no había nacido.

El padre de Garriga trabajó incansablemente y finalmente llegó a Estados Unidos sin dinero ni conocimiento del inglés. Garriga dijo que sus padres lo apoyaron a él y a sus hermanos tanto como pudieron, pero eso a menudo significó sacrificar su propio bienestar, lo que afectó su salud mental.

Al ver cómo sus padres descuidaban su salud mental, Garriga desarrolló una pasión por ayudar a los miembros de su congregación a no seguir el mismo camino.

“De la misma manera en que si te enfermas vas al médico, también cuando tienes un problema mental, tienes que ir al doctor y buscar ayuda,” dice Garriga a la gente. “Así que alentamos a las personas a hacerlo.”

Garriga afirmó que los latinos de su comunidad necesitan apoyo en salud mental, pero a menudo no saben cómo obtenerlo. De hecho, la mayoría de la población latina en Estados Unidos que enfrenta desafíos de salud mental no recibe tratamiento. Según un informe publicado en el 2021 por la Oficina de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental, solo el 36.1 % de los latinos recibió servicios de salud mental, en comparación con el 52.4 % de los blancos.

Garriga dijo que trata de alentar a los miembros de su congregación a buscar ayuda profesional. También en Durham, existe una organización sin fines de lucro llamada El Futuro, que se enfoca en brindar servicios de salud mental, incluidos en español, a la comunidad latina.

Salud mental y l desafío del estigma

El estigma cultural en torno a la salud mental es un gran desafío para ayudar a la comunidad, dijo Maritza Hondermann, gerente de comunicaciones de El Futuro.

“Los latinos piensan que la clínica de salud mental es un lugar donde te van a dar medicación,” dijo Hondermann. Explicó que El Futuro está trabajando para cambiar esa percepción.

Hondermann señaló que están tratando de derribar el estigma en torno a la salud mental y crear un ambiente acogedor para todos sus pacientes.

“Creo que el mayor desafío es el estigma y cómo podemos ser creativos también. Mostrar la salud mental de una manera diferente,” dijo.

Mencionó que El Futuro ofrece programas como Laya, de embajadores juveniles, donde los estudiantes hablan sobre problemas de salud mental que afectan a los adolescentes al conversar con sus compañeros en la escuela. En general, Hondermann dijo que intentan crear un ambiente inclusivo para todos, sin importar de qué país latinoamericano provengan.

Existen esfuerzos similares en todo el estado.

Una vez al mes, el Centro Unido organiza foros sobre salud mental. El primer foro se centra en desmantelar el estigma ya existente.

Carlos López, coordinador de participación juvenil, dijo que a veces observa el machismo como una de las raíces del estigma sobre la salud mental entre los latinos. El machismo es un orgullo fuerte que sienten los hombres en las culturas latinoamericanas y está estrechamente relacionado con la misoginia. El machismo refuerza la idea de que los hombres no pueden sentir emociones o incluso llorar. López dijo que este y otros tipos de estigma pueden impedir que alguien busque ayuda.

“Diría que el estigma en torno a la salud mental, especialmente en nuestra comunidad, considerando el estigma generacional, el estigma cultural y el estigma social, incluso ahora, se fortalece con todas las experiencias culturales que vivimos,” dijo López.

La barrera del idioma

Rosalind Arriola, coordinadora de equidad en el Centro Unido, relata la historia de una mujer que acudió al centro en busca de ayuda después de sufrir violencia doméstica por parte de su pareja. Arriola dijo que la inscribieron en su programa de terapia llamado Senarai, donde pudo acceder fácilmente a un terapeuta de habla hispana.

Esto cambió su vida. Poco después, esta mujer se inscribió en un programa de negocios en McDowell Technical Community College, proporcionado por el Centro Unido dos veces por semana de 6:00 a 9:00 p.m. Se graduó hace solo unos meses y puso en práctica lo que aprendió. Arriola dijo que recientemente la mujer abrió su propio negocio de limpieza en el área local.

“Se veía tan empoderada,” dijo Arriola. “Ahora se ve tan feliz.”

Ella es solo una de las muchas historias de éxito del Centro Unido, pero López dijo que algunos latinos aún pueden sentir vergüenza al buscar ayuda debido a la barrera del idioma.

“No ven el potencial que tienen,” dijo Arriola.

Esta mujer contó con el apoyo del Centro Unido. No todos tienen un camino tan claro, dijo López, enfatizando que, después de que alguien supera el estigma, a menudo no sabe cómo buscar terapia.

“Ahora la gente está dispuesta a recibir ayuda. Pero ahora, ¿a dónde van?”, dijo López. “Muchos profesionales en el campo de la salud mental no son bilingües.”

En El Futuro, intentan hacer que la terapia sea fácilmente accesible, ofreciendo terapeutas de habla hispana disponibles para brindar atención. Hondermann dijo que ha notado que a los latinos les cuesta conectar con su entorno cuando se ven obligados a hablar de sus problemas en inglés o cuando tienen dificultades para encontrar un espacio donde puedan hablar en español.

“Tratamos de hacer que sientan que esto es parte de su cultura. Aquí hablamos español, son bienvenidos,” dijo Hondermann. “Su terapeuta los recibe con una sonrisa, como si estuvieran en su comunidad. Y todo eso forma parte de los servicios culturalmente adaptados que brindamos.”

Sin servicios como estos centros, es difícil para los hispanohablantes de Carolina del Norte sentirse escuchados.

Garriga dijo que, a menudo, él tiene que intervenir y traducir para los feligreses latinos de su iglesia, pero no es suficiente. Explicó que muchos miembros de su congregación sienten que sus problemas no son completamente entendidos, incluso cuando hay alguien que los traduce.

“También sufren porque no pueden hablar el idioma,” dijo Garriga. “Tienen una barrera lingüística que les impide comunicarse bien.”

Garriga dijo que no siempre puede estar allí para ayudar a alguien y que, muchas veces, esto puede desanimar a los latinos a la hora de buscar ayuda para su salud mental. Sin embargo, dijo que el miedo a la deportación es un problema aún mayor.

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En El Futuro, intentan hacer que la terapia sea fácilmente accesible, ofreciendo terapeutas de habla hispana disponibles para brindar atención. Foto: Cortesía El Futuro.

El trauma de la inmigración

Garriga dijo que cuando emigró a Estados Unidos y se convirtió en una figura prominente en su comunidad, vio a muchas familias luchando en múltiples aspectos, incluida la salud mental. Explicó que solo puede rezar para que algunos de ellos se acerquen a él, porque sabe que algunos miembros de su congregación tienen miedo de ser deportados.

“Sufren porque piensan que no los escucharán porque no tienen documentos legales y tienen mucho miedo de ser deportados,” dijo Garriga.

Hondermann dijo que reconocen este problema. De hecho, según Hondermann, los tres principales diagnósticos en El Futuro en el 2022 fueron depresión, trauma/ansiedad/estrés y abuso de sustancias. Agregó que el trauma de la inmigración fue probablemente un factor clave en estos diagnósticos.

“La inmigración es estrés,” dijo Hondermann. “Cuando llegan a un país nuevo, con una nueva cultura, traen consigo un trauma que afecta a toda la familia.”

El Futuro y el Centro Unido ofrecen opciones de terapia gratuita para los latinos, pero no todos en el estado tienen acceso a opciones de terapia asequibles.

Según un artículo de la revista Forbes, el precio promedio de la terapia en Estados Unidos en el 2024 osciló entre $100 y $200 por sesión, algo que López dijo que muchas familias inmigrantes no pueden permitirse.

“Sienten vergüenza. Se sienten avergonzados, sienten que nadie los va a apoyar,” dijo López.

López y Hondermann dijeron que todos los servicios de salud mental que brindan son gratuitos para los latinos de la comunidad que los necesiten.

El futuro para los latinos

Hondermann, López y Arriola dijeron que esperan que sus organizaciones sin fines de lucro continúen expandiéndose por Carolina del Norte. López dijo que espera que más personas usen el Centro Unido como una herramienta para mejorar su salud mental. En este momento, está enfocado en brindar capacitación no solo para los niños, sino también para los adultos de la comunidad.

“Solo queremos ver, por ejemplo, un aumento en el número de personas que toman estos entrenamientos y un incremento en la cantidad de personas que asisten a nuestros foros,” dijo López. “Queremos ver a más personas dispuestas a hablar sobre su proceso de sanación y abiertas a las posibilidades.”

Hondermann dijo que El Futuro espera seguir trabajando con su equipo de gestión de casos para brindar soluciones más allá de los problemas de salud mental. Como ayudar a las familias a pagar el alquiler. Además de proporcionar seguridad en la vivienda, El Futuro quiere expandirse más allá de las cuatro paredes de la clínica con un jardín terapéutico.

“Seguimos trabajando en nuestro jardín terapéutico, descubrimos que este espacio ofrece apoyo a la salud mental fuera de nuestras instalaciones,” dijo Hondermann.

“Tenemos muchos sueños, muchas cosas por hacer, seguimos trabajando para garantizar un acceso fácil y adecuado a los servicios de salud mental para la comunidad,” agregó Hondermann.

En cuanto a Garriga, dijo que los latinos no deben rendirse y que él siempre será un sistema de apoyo para quien lo necesite.“Mi mayor consejo: no te rindas con las personas. Ayuda a la gente hasta el final,” dijo Garriga.

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Lilly Molina es estudiante de periodismo en la Universidad de Elon. Le apasiona dar voz a diversas voces en sus historias. Su especialidad son los reportajes y espera trabajar como periodista cuando se...