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Cuando Leonardo y Samuel Rodríguez arribaron a Charlotte, Carolina del Norte, se dieron cuenta que solo se tenían el uno al otro.

Era el año 2004 y familiares suyos les aseguraron que al llegar a Queen City podrían conseguir una licencia y empleo.

Así fue que hace 17 años dejaron California con la misma esperanza de un mejor porvenir que como antes hicieron al abandonar su natal Azozuca, municipio de Ayutla, Guerrero.

Ahora, Samuel se encuentra al borde de la muerte debido a un derrame cerebral y los 3,602 kilómetros (2,238.5 millas) que los separan de casa, pesan más que nunca.

“Lo interné el 29 de abril, y hasta la fecha está internado en el hospital”, dice Leonardo a La Noticia

“Los doctores llevan tiempo diciéndome que lo desconecte, ‘desconéctelo’, insiste más una doctora”.

“Los doctores como que no lo quieren tener ahí”.

El derrame cerebral que sufrió el mayor de los hermanos Rodríguez lo dejó paralítico y solo vive gracias a un respirador artificial.

“Y yo les digo que lo desconecto pero me sentiría mal si lo desconecto”, lamenta Leonardo. 

Si se muere con la voluntad de Dios está bien, ahí no puedo hacer nada, pero si lo hago yo me siento mal”.

“El derrame cerebral lo atacó bien feo, lo dejó paralítico”.

No se mueve, está en estado vegetal”.

Hermano lamenta que su familia no apoye

El latino de 61 años se encuentra hospitalizado en el Hospital Novant Health, donde su hermano es el único apoyo que tiene.

“El doctor dice que él ya no tiene vida porque tiene respiración artificial”, comparte. 

“Le pusieron el oxígeno; al corazón lo alimentan con el aire del oxígeno”.

"Pero ya la mente ya no piensa como uno, nada mueve, ni las manos ni los pies, es un vegetal”.

Y es así que hoy más que nunca, Leonardo acompaña a Samuel en el momento más difícil de su vida.

Porque así como cuando arribaron a Charlotte y su familia no les brindó el apoyo esperado, en los últimos momentos de Samuel, tampoco.

“Aquí teníamos familia, primos, sobrinos, que nos decían que hay mucho trabajo (cuando llegaron)”, dice Rodríguez.

"Buscaba la licencia, pero no lo daban al menos que trajera VISA”.

“Tenemos primos y sobrinos aquí, pero no lo han ido a ver, están cerca y ni siquiera lo van a ver”.

“Yo soy el único hermano aquí, el resto están en México”.

Pero ni por más que Leonardo ha compartido el delicado estado de salud de Samuel, se han acercado a tenderle una mano.

“Mis familiares ni se han parado por aquí, ya mandé videos y fotos de mi hermano y nada”, comenta desencajado.

 “Y eso que somos primos hermanitos, imagínese. Nuestras mamás son hermanas, son primos hermanos y nada”.

“Pues me siento mal, oiga. Que mi propia familia sea así, me hace sentir mal que no hay apoyo, pues”.

De Charlotte a Guerrero: el alto precio de devolver el cuerpo

Aproximadamente el 27 % de la población latina de Charlotte vive en o por debajo del nivel de pobreza.

Y de hecho, se estima que el 58 % de todos los adultos de origen latino carecen de salud.

El caso de los hermanos Rodríguez refleja las carencias de la población latina de la zona, toda vez que además de los pagos hospitalarios, Leonardo planea devolver el cuerpo de su hermano a México tan pronto llegue su inevitable deceso

“Está grave mi caso, la verdad; se le está cayendo la carne de la oreja, eso es lo que me da más pesar, que se descomponga ahí”, reflexiona.

“Tengo que ver cómo le voy hacer para llevarlo a México cuando muera”.

Rodríguez Reyes contactó a una funeraria local que le ofreció el traslado del cuerpo hasta su casa en Azozuca, Guerrero.

Si desea ayudar a los hermanos Rodríguez Reyes, puede hacerlo aquí

El problema, es que el precio por el servicio es de $7,000.

“Ellos se encargan de sacarlo del hospital, llevarlo a México y de ahí hasta nuestro municipio, nuestro pueblo que está hasta la otra orilla de la costa”, dice.

El mexicano de 51 años no tiene el dinero suficiente para cubrir con esos gastos.

“Me dijeron que abra una cuenta en Facebook para juntar un dinero y poder mandarlo lo más rápido que se pueda”, comenta.

Ando buscando ayuda tanto económica como moral, de ánimo, de cómo le voy a hacer”.

Mayores obstáculos por la pandemia

Repatriar un cuerpo a su país de origen ya de por sí nunca había fácil.

Sin embargo, con la pandemia de coronavirus nuevos obstáculos burocráticos retrasan y hace más tortuoso el proceso

Los latinos son el grupo demográfico más afectado por la pandemia, toda vez que el 49 % de los hispanos encuestados por el Pew Research Center dijeron que al inicio de la pandemia, ellos o alguien en su hogar había tenido una reducción de salario o había perdido su empleo

Mientras que su recuperación económica es igualmente complicada.

Con todo esto en contra, Leonardo Rodríguez Reyes pretende hacer un último esfuerzo por su hermano.

Para poder cumplir con el deseo de ser enterrado en su natal Azozuca, se dispuso a crear una cuenta de GoFundMe y así poder recuadrar los fondos necesarios para cumplir con la cuota de traslado.

"Ya tiene mucha fiebre y síntomas de muerte", lamenta.

"Si la gente es tan amable de apoyarme o ayudarme para mandar el cuerpo para México, se los agradeceré".

Si desea ayudar a los hermanos Rodríguez Reyes, puede hacerlo aquí

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