Los últimos dos años la pandemia ha sido el eje sobre el que el mundo ha girado, cuando la guerra en Ucrania y la inflación llegaron, muchos pensaron que la COVID-19 había quedado atrás, pero la enfermedad se encargó de recordarnos a todos lo vulnerables que somos ante ella todavía.
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Y una de las verdades que dejó ver la pandemia, fue que la comunidad latina del país, y por lo mismo de Carolina del Norte, era la más vulnerable al tener a la gran mayoría de los trabajadores esenciales o de primera línea.
Dos años después del inicio de la pandemia, las secuelas médicas, económicas y de salud mental siguen revelando que los latinos sufrieron y lo siguen haciendo ante el impacto del coronavirus.
Pero ¿realmente sabemos la profundidad de ese impacto de la pandemia en la comunidad latina de Carolina del Norte? ¿Dimensionamos lo vulnerable que los latinos son ante este tipo de crisis? ¿O qué se necesita para la comunidad no vuelva a sufrir ni padezca las secuelas?
Karina Neyra, Gerente de Relaciones Comunitarias de El Pueblo, organización sin fines de lucro que ayuda a los latinos de carolina del Norte, nos habló de primera mano sobre la forma en que la pandemia afectó la salud y el estilo de vida de los latinos.
'La pandemia afectó desproporcionadamente a la comunidad latina por distintas razones. La primera fue la disparidad a los accesos de salud de los latinos, que aún tenemos, y que puso en relieve dicha disparidad. Pero no solo eso, sino que esa brecha se incrementó con la pandemia.'
nos dijo Karina Neyra, Gerente de Relaciones Comunitarias de El Pueblo.
Neyra ha trabajado muy de cerca con el personal de El Pueblo para llegar a la mayor cantidad de familias en el estado y ayudarlos con las secuelas de la COVID-19.
La pandemia fue particularmente implacable con las familias latinas pues no solo vieron las diferencias que había con otros nichos de nuestra sociedad. Sino que esas diferencias se ampliaron.
'Los latinos son considerados trabajadores de primera línea, por ejemplo en los supermercados, en las fábricas, en las polleras, en el campo. Y ellos no contaban con una protección debido a esa disparidad en la salud. Muchos latinos enfermaron. Después de la comunidad afroamericana, la latina fue la que más enfermos tuvo.'
ahondó Karina Neyra.
Los números también fueron contundentes. Al inicio de la pandemia, en el 2020, la comunidad latina llegó a representar el 45 % de los casos positivos de Carolina del Norte, cuando solo ocupaban el 9 % de la población del estado, de acuerdo a datos proporcionados por El Pueblo.
El estatus migratorio hizo a los latinos más vulnerables
Sin duda una de las cuestiones que siempre está en la agenda de los latinos es el estatus migratorio. Todos sabemos que es muy común que las familias latinas se pueden considerar mixtas pues suelen tener miembros con la ciudadanía viviendo con miembros que son indocumentados.
Esta situación jugó en contra de la comunidad latina al impactar la pandemia de COVID-19 en el país.
'La segunda de las razones fue que, cuando la pandemia provocó que las autoridades se dieran cuenta que las comunidades afectadas necesitaban recursos, un gran sector de los latinos, al ser inmigrantes indocumentados, no pudieron acceder a los beneficios de esos fondos. Esos latinos no podían pedir seguro de desempleo y no podían recibir los cheques de ayuda del gobierno federal.'
añadió Neyra.
Esta situación fue derivando en otros problemas que arrastraron a las familias latinas a una crisis que ya no solo tenía que ver con la salud, sino con la economía y la obtención de recursos para sobrevivir.
'Vimos que los latinos fueron de las comunidades más afectadas por la existencia de esta brecha de salud y eso llevó a gran parte de la comunidad a enfrentar problemas económicos, de desalojos, empezaron a tener deudas en los servicios, inseguridad alimentaria.'
contó Karina Neyra.
Apenas la semana pasada, el director financiero de la Charlotte Regional Business Alliance (Alianza CLT), Joaquín Soria, nos había confirmado que esa brecha de que la que habla Karina Neyra era real y seguía creciendo.
La Alianza CLT hizo un análisis reciente en el que quedó de manifiesto que tan solo en Charlotte, la comunidad blanca y la asiática ganaban más que los latinos y que los afroamericanos.
'Las disparidades económicas se agrandaron entre las minorías étnicas desde el inicio de la pandemia y estas minorías siguen siendo impactadas más fuerte por la inflación.'
afirmó Joaquín Soria, director financiero de la Charlotte Regional Business Alliance.
El día a día de las familias de la comunidad latina de Carolina del Norte durante la pandemia
Para dejar más claro lo que Karina Neyra y Joaquín Soria comentaron, también hablamos con Nayeli García, miembro del Comité de Liderazgo y Acción Comunitaria de El Pueblo.
García es una de las varias mujeres que han recorrido gran parte del estado, de condado en condado, viendo cuáles son las necesidades de los latinos para que El Pueblo pudiera ayudarlos.
'No es un mito que nuestra comunidad es de las más vulnerables. Yo vi una gran cantidad de familias con necesidad de alimentos y eso es algo muy triste. Muchas mujeres se quedaron sin trabajo y dejaron de recibir ingresos.'
señaló Nayeli García, del Comité de Liderazgo y Acción Comunitaria de El Pueblo.
Muchas veces es difícil dimensionar lo que un salario bajo, o perderlo, puede afectar alas familias latinas. La familias de otras comunidades no están en las mismas condiciones que los latinos en el país.
'Los ingresos de los latinos no son tan altos como los de los otros ciudadanos. Muchos de nosotros somos inmigrantes y eso provoca que el salario siempre sea más bajo. Cuando un integrante de una familia latina deja de trabajar, ese salario menos provocaba que las familias se debatieran entre pagar la renta o comprar alimentos.'
dijo García ante la problemática de los latinos.
García señaló dos factores más que, al día de hoy que han pasado dos años de la pandemia, siguen pesando.
Y es que gran parte de los latinos del estado siguen sin dominar el inglés y arrastran una incredulidad sobre la existencia del virus o la efectividad de las vacunas.
'Nuestra comunidad no tenía acceso a mucha información pues toda la que había era en inglés y todavía existe la barrera del idioma. A la economía y falta de información agrega que mucha gente, dos años después del inicio de la pandemia, aún piensa que el virus no existe aunque las cifras estén ahí. Esas personas están renuentes a las medidas de prevención como las mascarillas o el gel antibacterial o vacunarse.'
nos contó García en el mismo sentido.
El avance de la pandemia fue amalgamando una 'tormenta perfecta' para la comunidad latina del estado.
García pudo constatarlo al ver de primera mano el sufrimiento de latinos que no podían ir a trabajar. Para un latino en el país perder un día de trabajo es un peso muy grande.
Y el mejor ejemplo fue que, cuando el gobierno comenzó a ayudar a las comunidades, la latina aún así se vio en desventaja.
'Hubo un poco de alivio cuando el gobierno empezó a mandar las tarjetas de EBT, las familias ya pudieron comprar comida, pero en el caso de los latinos no duraba pues eran muchos integrantes en la mayoría de los casos, comiendo todos y sin trabajo muchos.'
dijo Nayeli García.
Y gran parte de esta problemática fue la naturaleza de los trabajos que suelen desempeñar los latinos en el estado.
Al decir que los latinos son trabajadores de la primera línea, se refieren a que son los que trabajan en los campos, en los restaurantes y negocios. Trabajos que no se podían desempeñar haciendo el famoso 'home office' que prevaleció y sigue por la COVID-19.
'Sabemos que los restaurantes estaban trabajando a media capacidad, por lo que cocineros, meseros y personal de limpieza, que suelen ser latinos, no podían hacer su trabajo. A diferencia de los otros ciudadanos que podían hacer sus trabajos desde sus casas. Vamos, los latinos no podemos darnos el lujo de perder un solo día de trabajo, Además no tenemos la costumbre de ahorrar para emergencias. Ninguno tenía un dinero extra guardado y por eso no podíamos darnos el lujo de decir hoy no voy a trabajar.'
nos aseguró Nayel tras la experiencia de visitar todo tipo de familias latinas en los condados de carolina del Norte.
La ayuda del gobierno fue insuficiente
Al ver la gravedad de la enfermedad, que los contagios empezaron a crecer como una bola de nieve alrededor del mundo, los gobiernos decidieron actuar.
Pero en las crisis como en la que estuvo el país, es normal que las políticas se enfoquen primero en toda la población, y de ahí a las comunidades.
Sin embargo, no todas las comunidades son iguales y la latina, como hemos visto aquí, tiene muchas desventajas.
'Cuando empezaron a haber más casos de COVID-19 en la comunidad latina, ya que estaban en la primera línea donde había más contagios y en situación de que varías familias estaban ocupando una misma casa, el gobierno se dio cuenta que si no ponía atención a los latinos el contagio comunitario no iba a parar pues quedarse en casa no era para todos.'
señaló Karina Neyra.
En la urgencia que las autoridades sanitarias tenían por solventar los contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, olvidaron que mucha de la información que ofrecían solo estaba en inglés.
De nueva cuenta la barrera del idioma afectó la dinámica en la que los latinos podían acercarse a la ayuda gubernamental.
Pero desde la cabeza del estado llegó por fin la reacción y se pusieron intérpretes bilingües y hubo información en español.
'Fue ahí cuando el gobernador del estado puso gente que ya hablaba español y que empezaron a trabajar para tener un intérprete en cada conferencia, pero no fue algo que pasó de la noche a la mañana, sino hasta que llegamos a un 62 % de contagios en los latinos, siendo que somos el 9 % de la población.'
confirmó Neyra.
Esa acción del gobierno llegó junto a los apoyos económicos que desde el gobierno federal se impulsaron.
Pero otra vez los latinos no fueron los más favorecidos por la naturaleza de su comunidad, una comunidad en su mayoría de inmigrantes.
'El tema es que los recursos no estaban disponibles para algunas personas con ciertos status migratorio. El gobierno federal mandaba los recursos al gobierno estatal pero no le llegaba a todos por su estatus migratorio.'
dijo Karina Neyra.
La intención del gobierno fue buena. Se solventaron muchos problemas, pero quedó claro que en muchos aspectos los latinos estaban en cierta forma aislados.
'Ya después se dio ayuda por medio de tarjetas a las personas con hijos en edad escolar, ello recibían alimentos gratis y también de bajo costo. Luego se implementaron programas de asistencia para renta, pero también fueron limitados, a pesar de que muchos condados sí los abrieron para gente indocumentada. La ayuda estuvo, pero no fue para todos. Los recursos no fueron los suficientes.'
nos soltó Kariina Neyra,
Nayeli García también comentó que aunque el gobierno quiso llegar a todos los afectados por la pandemia, la misma condición de ser latino en el país los fue relegando al último.
Esa situación pasó factura y los latinos tuvieron que reaccionar por sus propios medios para hacerle frente al problema.
'No es tanto que el gobierno no haya puesto interés en la comunidad, simplemente estaba enfocado en cómo darle solución a la pandemia y nuestra comunidad siempre está al último. Y de toda esa ayuda que daban varias organizaciones no llegaba la información ni acceso para los latinos.'
comento Nayeli García sobre la ayuda del gobierno.
El Pueblo y la ayuda comunitaria durante la pandemia
Pero no toda la ayuda que comenzó a llegar en la pandemia provenía de los gobiernos locales, estatales o federal.
Gran parte de las acciones que se fueron dando para solventar los problemas de la pandemia, sobre todo con los latinos, llegaron de las organizaciones comunitarias como El Pueblo.
'Los fondos que se manejaron en El Pueblo empezaron siendo internos con nuestras familias, luego con nuestros amigos y de ahí con demás gente. Pero nunca fue público pues los fondos eran limitados desafortunadamente, no había ni alcanzaba para todos, se tuvo que hacer un análisis de la cantidad de dinero que había en el fondo y determinar si las familias eran de dos o más integrantes para darles cierta cantidad, o si eran más de cinco para ofrecerles otra cantidad y así llegar a más familias.'
señaló Nayeli García como miembro de la organización.
Lo mínimo que El Pueblo estuvo mandando fue de $200 dependiendo los integrantes de la familia. Mientras que el monto máximo de ayuda que dieron fue de $800.
La facilidad para que los latinos fueran susceptibles a la ayuda de El Pueblo se debió a la afinidad de ser todos latinos.
Y es que sí hubo otras organizaciones que también obtuvieron fondos para ayudar en la pandemia, pero para los latinos fue complicado acceder a ellas.
'Hubo otras organizaciones que estuvieron recibiendo fondo pero que no estaban enfocadas a los latinos. y para acceder a esos fondos debían bajar una aplicación que era solo en inglés y en línea. Pero muchos miembros de la comunidad latina no somos muy buenos con la tecnología, muchos nunca han tenido acceso a una computadora y eso lo hace más difícil. Esta organización estuvo mandando $800 apara que los latinos no estuvieran saliendo de sus casas y contagiaran más gente, pero solo cubrieron los condados grandes como Wake, Durham u Orange.'
explicó Nayeli García.
Y Carolina del Norte tiene 100 condados, muchos de ellos en área rurales donde los latinos que viven ahí están aún más desprotegidos.
Condados en los que los latinos viven al día sin ninguna ayuda y en condiciones muy precarias.
'Pero hay una gran parte de la comunidad en condados como el de Johnston, o en el municipio de Dunn en el condado Franklin, que son áreas rurales. Ahí los trabajadores latinos suelen vivir en casas móviles y son recogidos en camiones escolares para llevarlos en grupo a los trabajos, o sea que todos viajaban juntos y el riesgo era de que si alguien se contagiaba lo transmitía a todos y para ellos no hubo ayuda salarial para que se quedaran en casa ya que sus condados no calificaban.'
confesó García.
El panorama completo de la vida de los latinos en el estado quedó al descubierto con la crisis de la pandemia. Nayeli García lo pudo constatar con sus recorridos.
'Por ejemplo en las áreas rurales no había acceso a las vacunas y tampoco a material de protección como mascarillas o gel antibacterial. Cuando yo llegaba con esas familias les tuve que bajar la aplicación para que la ayuda les llegara a su casa. Entonces les pedía un correo electrónico y no tenían, les pedía sus direcciones y muchas veces estaban compartiendo, ya sea que fueran hombres solos o una mujer con hijos. Además los latinos solemos tener a nuestra madre o padre viviendo con nosotros y a veces hasta un hijo adulto casado.'
siguió contando Nayeli García.
Dos años después así va la situación de los latinos con la pandemia
Las vacunas, la acción efectiva de prevención, el que las instituciones y las autoridades sanitarias identificaran las áreas de oportunidad contra la pandemia fue aminorando el impacto en los ciudadanos.
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Hoy hay menos hospitalizaciones y, sobre todo, menos defunciones a causa del virus. Pero eso no significa que la comunidad latina esté en mejores condiciones o menos vulnerable.
'Las vacunas han sido de las herramientas más eficaces para que estas familias, las que sí se han vacunado, sentirse más protegidas. Lo otro que ha sido significativo es que con el paso del tiempo las pruebas comunitarias disminuyeron, antes había este tipo de pruebas en todos lados. Ahora tenemos las pruebas caseras y eso ha provocado que el índice real de los contagios ya no sea tan visible en los registros del gobierno.'
añadió Karina Neyra.
El nuevo esquema de hacerse pruebas en casa en lugar de acudir a los centros de control ha causado que los gobiernos ya no tengan un registro tan fiable sobre la enfermedad.
Tan solo los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades afirman que hay 67 condados, de los 100 del estado, con un riesgo alto de COVID-19.
Sin embargo, los mismos CDC han puesto a Carolina del Norte como uno de los primeros lugares en cuanto a vacunas, ¡pero en los últimos en cuanto a vacunas de refuerzo!
Los CDC señalan que Carolina del Norte es el primer lugar (empatado con otros 14 estados) en vacunas de COVID-19 puestas con el 95 % de su población mayor de 12 años con al menos la primera dosis, mientras que el Departamento de Salud y Recursos Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS) maneja una cifra más baja con el 75 %.
En cuanto a las vacunas de refuerzo los CDC manejan que el estado solo cuenta con el 28 % de su población con el esquema completo. Por su parte, el NCDHHS contabiliza en ese mismo rubro un porcentaje del 59 %.
Gran parte de esa brecha se debe a la manera en que han afectado las pruebas caseras al conteo y registro que cada institución manejan.
Pero a los latinos ese tema ha dejado de ser el principal. Realmente sus problemas hoy pasan por las secuelas económicas que dejó la pandemia y que se han agravado con la inflación.
'Ahora ya no te preocupas de que te puedas enfermar, ir al hospital o morir, sino que estás pensando en cómo solucionar el tema de tu vivienda que no pudiste solucionar meses atrás porque no tenías trabajo, porque estabas enfermo, o tus familiares estaban enfermos y los tenías que cuidar y no habían los recursos suficientes para que se pudieran pagar esas rentas.'
confirmó Neyra.
Desde El Pueblo también cambiaron su estrategia para ahora hacerle frente a este problema creciente.
Pero desde el gobierno federal ya no se están enviando los fondos de antes y por eso también lo dejaron los gobiernos estatales.
'Lo que estamos haciendo en El Pueblo, que además está unido a Church World Service, una organización que ayuda a refugiados inmigrantes en Durham, es una campaña de recaudación, ya que nuestros fondos se acabaron y tampoco hay fondos estatales ni federales, y nos hemos dado cuenta de que hay una gran lista de espera tan solo en el condado Wake. Es gente que está muy necesitada. Nosotros recibimos mensajes a través de nuestras redes sociales o por teléfono, de gente que sigue pidiendo ayuda para pagar sus rentas.'
dijo la Gerente de Relaciones Comunitarias de El Pueblo.
La salud mental de los latinos tras dos años de pandemia
De igual forma, el impacto sicológico de la pandemia es algo que no solo afecta a los latinos en edad trabajadora, sino a los adolescentes y jóvenes que se encerraron durante dos años.
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Esto se vuelve todo un problema al ver que el estado no cuenta con los medios ni recursos para atender la salud mental porque ni siquiera hay suficientes especialistas en la materia.
Mucho menos pensar en especialistas bilingües capaces de meterse a los condados más alejados y tratar a esas comunidades.
'A nivel de salud mental hemos visto que nuestra comunidad está deprimida. Los padres han tenido que lidiar con jóvenes y adolescentes que han estado encerrados a una edad en la que deberían estar viviendo sus experiencias, de tener amigos, de pelearse y enamorarse, pero que encerrados con sus padres han visto una fractura de su salud mental.'
contó Neyra tras lo visto en El Pueblo con la salud mental de los latinos luego de dos años de pandemia.
Y estos problemas se incrementan con los otros problemas 'emergentes a causa de la inflación en temas como las viviendas.
'Son deudas de vivienda, de servicio, subida de precios como el que mencionamos de la gasolina, y nosotros solo quisiéramos que hubiera más fondos. Que más gobiernos locales, junto al federal, y personas que les gusta ayudar a la comunidad pudieran hacer donaciones y dar recursos para la gente no solo de esos condados que tienen una limitada infraestructura para ayudar, sino también para las áreas rurales en donde no existe ningún tipo de ayuda.'
Karina Neyra
¿Luz al final del camino? La comunidad latina sí saco una parte buena de la pandemia
A pesar de la gran cantidad de problemas y secuelas que ha dejado la pandemia de COVID-19 en la comunidad latina de Carolina del Norte, Karina Neyra destacó que sí hubo un impacto positivo aunque muchos no lo logren ver.
Y ese impacto también tiene que ver con la naturaleza y la idiosincrasia de los latinoamericanos en general.
'Toda esta crisis también desató lo mejor que tenemos los latinos, que es la resiliencia. Pero también ese sentido de comunidad, sentido de apoyo.'
nos contó Neyra.
La integrante de El Pueblo señaló que los negocios, restaurantes, activistas y gente de pie se fue uniendo para ayudar. Consiguieron comidas y alimentos a bajos costos. Hicieron donaciones y ayudaron en lo que pudieron.
'Se creó un mecanismo de solidaridad entre las comunidades. La pandemia sacó lo mejor de nosotros a pesar de que vivimos situaciones difíciles. Entonces no solamente estuvieron las organizaciones, sino la gente activista, la que tiene grupos de base que se unían y hacían ventas de comida, que iban a los restaurantes y solicitaban alimentos para repartirlos en lugares.'
prosiguió Neyra.
Y es que saber que los latinos como comunidad se pueden unir puede ser un parteaguas para el futuro. Una manera de encarar otros problemas de la comunidad no solo en el estado, sino en el país.
Vamos, quedó de manifiesto que la comunidad latina se podía hacer fuerte ante las adversidades y Karina Neyra lo dijo con orgullo.
'Todos esos actos nos hicieron ver que somos una comunidad sólida, que a pesar de todos los problemas somos capaces de estar unidos y salir adelante.'
aseguró Karina Neyra.
Unión y fortalezas que en estos tiempos de inflación, y aún en pandemia, se van a necesitar.