Aquella icónica imagen de Donald Trump descendiendo de las escaleras eléctricas de Trump Tower con Melania por delante y que dio inicio a la campaña que lo llevaría a ocupar la Casa Blanca por cuatro años es ahora parte de su epitafio político.
Fue en junio de 2015 cuando así presentó ante el mundo su candidatura como presidente de Estados Unidos matizado por un discurso antimigrantes cuya retórica, irónicamente se convirtió en el antídoto que cuatros años más tarde provocaría su derrota electoral.
“Los inmigrantes mexicanos están trayendo drogas, traen crimen, son violadores”, pronunció en Nueva York hace poco más de un lustro.
Trump ganó la elección de 2016 y reformó el sistema de inmigración de una forma difícil de revertir, pero que sirvió para que los ciudadanos se dieran cuenta que coartar los derechos no era la forma adecuada para solucionar los problemas del país.
“La inmigración, como un problema de cuña fracasó este año y nuestro acercamiento a dos millones de votantes en Michigan, Pensilvania y Colorado demostró que se puede persuadir a los votantes indecisos con contenido pro-inmigración”, dijo Tyler Moran, Director Ejecutivo del Immigration Hub en una teleconferencia.
La inmigración se consideró un problema clave que los republicanos utilizaron para debilitar a los demócratas, pero resultó ser un lastre para sus aspiraciones por conservar el poder y una ventaja para sus rivales en 2020.
Movilización de electorado indeciso, clave
Fue así que la labor de organizaciones por movilizar al electorado indeciso con información sobre las políticas adoptadas en el gobierno de Trump fueron clave para hacer regresar el búmeran lanzado por el magnate en las elecciones anteriores.
“En 2020, demostramos que las campañas dirigidas a votantes persuadibles pueden adoptar una visión pro-inmigrante para Estados Unidos y ganar al hacerlo”, dijo Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Fondo de Justicia para Inmigrantes del Centro Nacional de Leyes de Inmigración.
Si bien, los acuerdos 287 (g) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad son anteriores a Trump, él amplió enormemente el programa 287 (g), com una orden ejecutiva durante las primeras semanas de su presidencia.
Y fue una de las medidas que impulsó para cumplir con sus promesas de campaña y que terminó por mostrar un camino directo a Joe Biden hacia la silla presidencial.
“Pero no fue porque Trump no lo intentó, fue porque el público estadounidense estaba harto de la retórica divisoria del presidente”, insistió Tyler Moran.
“La gran mayoría de los estadounidenses, incluidos los votantes indecisos en los estados en conflicto, apoyan las políticas a favor de la inmigración como un camino hacia la ciudadanía”, añadió.
Latinos en Carolina del Norte, una muestra
Tan solo en Carolina del Norte, la Oficina del Censo de Estados Unidos estima que entre 2010 y 2018, la la población latina creció en 197,000 nuevos residentes, un aumento del 24.6 % más rápido que el crecimiento de esta población a nivel nacional que fue de 18.6 %.
En las recientes elecciones, la cifra de latinos registrados ascendió a 228,019 en este estado, con lo que un 3.09% del padrón provino de la comunidad latina.
Eso quiere decir que se multiplicó por 22 en poco más de 15 años y entre los dos últimos dos periodos electorales inclinó un poco la balanza hacia en dirección opuesta al discurso antiinmigrantes.
Debido a que muchos votantes latinos provienen de raíces de inmigrantes.
“El mensaje es claro: las familias inmigrantes representan un electorado político valioso, en lugar de un problema de política que debe abordarse cada pocos años”, afirmó Marielena Hincapié.
De acuerdo con Edison Research, el 59 % de los votantes latinos de Carolina del Norte optó por Joe Biden, mientras que el 39% se inclinó por Donald Trump.
“El enfoque de inmigración de línea dura de Trump tuvo un impacto negativo neto en él en estados clave”, aseguró Nick Gourevitch, socio y director ejecutivo de investigación, Global Strategies Group.
“Con solo el 34 % de los votantes citando la inmigración como una razón para apoyar a Trump. Mientras que el 41% lo citó como una razón para votar en su contra, una brecha de siete puntos”, puntualizó.