Entre salir de fiesta y terminar enfrentando una orden de deportación existe una gran decisión de por medio: la de conducir bajo los efectos del alcohol. Esta es una de las causas más comunes de arresto durante la época de Navidad.
“Manejar bajo efectos del alcohol no solamente es algo insensato y peligroso, sino que tomarse unas cervezas y conducir, en vez de estacionarse y esperar, puede llegar a ser una causa de deportación y es poco lo que se puede hacer para detener la deportación en estos casos”, explicó a La Noticia el abogado de inmigración, Marty Rosenbluth.
¿Cuál es la diferencia entre DUI y DWI?
Conducir Bajo la Influencia, en inglés Driving Under the Influence (DUI), es el delito de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Se diferencia del DWI (Driving While Impaired) en que esta última solo se refiere a manejar en estado de ebriedad.
En Carolina del Norte, a diferencia de otros estados, la ley no reconoce una diferencia entre estos dos delitos y la persona que conduce bajo influencias, ya sea alcohol, drogas, ciertos medicamentos prescritos (como aquellos que son para dormir), son detenidos, multados y acusados por “conducir en estado de ebriedad o DWI” y sus consecuencias pueden variar según el grado de intoxicación, si está transporta a niños durante cuando lo detienen, si lastima a alguien en un accidente o si su licencia ya había sido revocada.
El factor determinante más importante para recibir o no un DWI depende de su nivel de concentración de alcohol en sangre (BAC). Si el conductor es mayor de 21 años y tiene un BAC de 0.08 % o más, se le acusará de DWI. Mientras tanto, cualquier nivel de consumo de alcohol para conductores menores de 21 años puede resultar en un DWI. Los conductores comerciales y aquellos que han sido acusados de un DWI anterior tienen un estándar diferente del 0.04 %.
27,000 detenidos y en proceso de deportación por conducir bajo la influencia
Un informe de la Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, evaluó los datos de más de 500,000 detenidos bajo la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) entre los años 2016 y 2019.
De los 231,495 procesados por condenas penales a nivel nacional, unos 27,210 fueron condenados por conducir bajo la influencia (DUI). Esto equivale a uno de cada 10. Este fue el delito que tuvo mayor incidencia entre los detenidos de ICE con condenas penales.
“Es un problema que la comunidad latina debe tomar muy en serio”
Rosenbluth, cuenta con más de 15 años de experiencia con casos de deportaciones en Stewart Detention Center, sitio en el cual terminan la mayoría de los detenidos por Inmigración en Carolina del Norte, cuenta que el primer paso para frenar la deportación es conseguir que la persona detenida sea liberada, lo cual a veces es imposible para quienes cometen el delito de conducir en estado de ebriedad en varias oportunidades.
"Si tienen una o dos cadenas por manejar bajo los efectos del alcohol, estando casi intoxicado, en estos casos es casi imposible conseguir una fianza… Esta ha sido la mayor causa por la cual los detenidos no obtienen una fianza y no logran salir de los centros de detención, entonces se enfrentan a una orden de deportación estando en estos centros", alertó.
Incluso explica que el no contar con antecedentes por conducir en estado de ebriedad o bajo la influencia puede ayudar en su caso migratorio o a conseguir una fianza si cometió otro delito de menor gravedad, como entrada ilegal al país.
“Para poder obtener una fianza, la persona básicamente tiene que probar dos cosas: que no representan un riesgo para la comunidad y que no haya riesgo de fuga. Ellos tienen que probar que van a seguir yendo a la corte para defender su caso y que no van a representar ningún riesgo como, por ejemplo, obtener multas por conducir en mal estado, como en estado de ebriedad. Cosas como estas realmente les puede afectar”, dijo.
Consideró:
“Este es un problema que la comunidad latina debe tomar muy en serio. Las personas deben ser educadas sobre los peligros de conducir en estado de ebriedad, no solamente desde un punto de vista de la seguridad, sino también desde el punto de vista migratorio, porque aunque no suene justo que la persona sea deportada por esta razón, es algo que pasa todos los días y lo he visto”.
Señala que este delito puede costarle incluso la residencia permanente o green card. Por lo que solo quienes ya sean “ciudadanos estadounidenses” pueden evitar la deportación por este y otros delitos.
Uno de cada 4 detenidos por conducir ebrio es latino
Según datos de la Oficina de Investigaciones de Carolina del Norte, de enero a octubre de este 2024, el número de detenidos por conducir en estado de ebriedad o DWI es de 3,130. De ellos, 869 eran latinos, es decir, casi uno de cada cuatro (27.8 %).
Al respecto, el oficial de la división de Steele Creek del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD), Claudio Jiménez, advierte que con la llegada de la proximidad de diciembre y la Navidad a la vuelta de la esquina, este es uno de los delitos que ocurren con mayor frecuencia, especialmente entre la comunidad latina, por lo que recomendó optar por el uso de taxis, para evitar exponerse y exponer a otros a accidentes, reportar al 911 si observa alguna situación de emergencia o alertar al 311 o al 704-334-1600, si observa algún delito relacionado con el consumo de estas sustancia o la conducción temeraria.
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