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Cientos de miles de personas han sido expulsadas en la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos tres años bajo una medida de salud pública, el Título 42, destinada a controlar la propagación del COVID-19. Se espera que esta política fronteriza finalice el 11 de mayo y eso podría significar un aumento sustancial de personas que cruzan la frontera hacia Estados Unidos.

Algunos de esos inmigrantes terminarán en Carolina de Norte, y el personal de una clínica de salud en Charlotte dice que la comunidad no está lista para satisfacer sus necesidades.

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Rusty Price es el fundador de Camino Health Center en el norte de Charlotte, una clínica que brinda servicios de bajo costo a personas sin seguro o con seguro insuficiente. Muchos de sus clientes son inmigrantes y Price dice que, en los últimos meses, han visto un aumento en los recién llegados.

“Estamos viendo llegar inmigrantes ahora que no tienen familia aquí”, dijo durante una conferencia el 20 de abril. “Les preguntamos, ‘¿Cuánto tiempo llevas aquí?’. Nos dirán, una semana, un mes. Eso nos está obligando a priorizar”.

En las próximas semanas, Price anticipa que la cantidad de inmigrantes recién llegados a Charlotte crezca rápidamente como resultado del cambio en la política fronteriza.

“Viene una gran ola. La primera parte ya está aquí”, dijo Price. “Sabemos que al Título 42 le quedan días, horas. Y ahí es donde creemos que debemos estar preparados como ciudad, como comunidad”.

Escasez de viviendas para nuevas familias

La Dra. Carolina Benítez, directora de Camino Contigo, dice que muchas familias inmigrantes en Charlotte ya están enfrentando dificultades, como la falta de vivienda.

“Es un problema que las escuelas públicas han estado planteando desde hace un tiempo y que las organizaciones de servicios sociales están planteando ahora”, dijo Benítez. “Desafortunadamente, la cantidad de personas y familias de las que las organizaciones, como la nuestra, pueden asumir la responsabilidad financiera total es pequeña”.

Price dice que parte de esa responsabilidad financiera ha sido asumida personalmente por los trabajadores de Camino.

“Las cosas adicionales para las que no tenemos recursos, nuestro personal las ha estado dando de su propio bolsillo. Mi esposa y yo hemos gastado todos nuestros ahorros en los últimos tres meses”, dijo.

Paola García, directora de relaciones públicas de la organización, también alberga a una familia que conoció durante un viaje con Camino a la frontera entre Estados Unidos y México.

“Estamos recibiendo llamadas diariamente sobre familias que han llegado a la frontera y han sido procesadas. Están atrapados en refugios que son de organizaciones sin fines de lucro en la frontera. Y estas organizaciones han comprado su transporte para enviarlos aquí”, dijo Price.

Recomiendan a organizaciones prepararse

Benítez alentó a las organizaciones de servicios de Charlotte a ser proactivas antes de que se levante la política fronteriza del Título 42.

“De muchas maneras, estamos reaccionando a la necesidad que vemos justo frente a nosotros. Sin embargo, todavía hay tiempo para planificar. Todavía no hemos llegado”, dijo.

Camino ha publicado un informe sobre la experiencia de los migrantes basado en entrevistas en la frontera entre Estados Unidos y México y en Carolina del Norte. Hace un llamado a la colaboración y coordinación entre las organizaciones de servicio para abordar las necesidades humanitarias.

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Esta historia fue producida mediante una colaboración entre WFAE y La Noticia. Puedes leerla en inglés en WFAE. This story is available in English on WFAE.

Kayla Young es periodista del programa Report for America. Cubre temas de inmigración y la comunidad latina para WFAE y La Noticia. Estudió periodismo en la Universidad de Texas en Austin.