Para algunos se trata de templos terapéuticos que conectan con un mundo espiritual e invisible, para otros son tiendas que comercializan lo pagano y esotérico. Se trata de las botánicas, establecimientos que ofrecen productos y servicios de diferentes prácticas religiosas, las cuales también están presentes en Carolina del Norte.
En Charlotte, específicamente en la South Boulevard, se encuentra “El Indio”, dueño de la Botánica Barón del Cementerio, quien asegura que desde hace más de 40 años tanto él como su familia trabajan conectando el mundo físico con el espiritual.
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“El Indio”, quien prefirió no revelar su verdadero nombre, se mudó a Charlotte en 1987. Antes de mudarse a Estados Unidos vivía en Puerto Rico, de dónde es oriundo. En la Isla aprendió sobre santería gracias a las enseñanzas de su abuela, quien también se dedicaba a este oficio.
De acuerdo con el propietario de la botánica, desde hace varías décadas su familia se ha dedicado a esta creencia religiosa, incluyendo a sus padres, abuelos y bisabuelos. En Charlotte comenzó a ofrecer sus servicios como santero en su propio local desde hace siete años. Además, vende productos que representan a esta y otras religiones con la promesa de resolver los problemas de quien los utiliza.
“Esta es una religión que ha venido evolucionando por miles de años. Unos nos llaman centro esotérico, illuminati, centros espirituales, célticos, sociedad secreta, pero somos botánica, porque viene de la palabra hierba con lo que se hacen la mayoría de los trabajos y rituales, lo demás se ha ido integrando en la sociedad, más productos para complementar estos rituales como aceites y veladoras”, comentó “El Indio”.
¿Por qué los santeros esconden su identidad?
En la Botánica Barón del Cementerio se pueden observar artículos y figuras que representan distintas tradiciones religiosas de diversos países. Sin embargo, según la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional, el origen de estas creencias y la santería es de África.
Explica la comisión, que la santería proviene de las tradiciones de los yoruba en África, pero que luego se globalizó y se trasladó a Cuba y otras islas del caribe, incorporando elementos del catolicismo para luego expresarlos a través de sus prácticas, música, arte y bailes.
Aunque todo se encuentra a la vista, para el propietario de este establecimiento, lo único que no puede mostrarse ni decirse es su rostro y su nombre. Su identidad debe pasar por el anonimato. Al consultarle sus razones, respondió:
“Afuera hay mucho esotérico que se aprovecha de las fotos, por eso la mantengo oculta. Para hacerle un trabajo a una persona con tener el nombre y la fecha de nacimiento es suficiente, pero con la foto se pueden hacer cosas devastadoras. Aquí llegan muchas personas del mundo entero que trabajan magia y yo no quiero exponerme a foto por mi seguridad. Yo no le tengo miedo a nadie, pero no quiero darles ventaja”, dijo.
¿Por qué los latinos acuden a las botánicas?
De acuerdo con “El Indio”, a su establecimiento acuden personas de más de 70 países de distintos continentes. Comentó que su clientela más popular está conformada por afroamericanos y latinos, muchos de los cuales acuden ingresando por la puerta trasera para evitar ser vistos.
“Para muchas personas hacer esto es un mito y por eso no quieren que los demás se enteren de que vienen aquí. No quieren que sepan, porque para otros esto es un tabú”, explicó.

Según “El Indio”, los latinos acuden por problemas como: salir de la cárcel, “deshacerse” de un enemigo, traer a un ser querido, hasta “invocar para hacer fortunas”.
“La mayoría de los servicios no tiene precio, solo colaboraciones, se cobran los materiales o el impuesto, dependiendo del trabajo”, agregó.
“La limpia espiritual, cada cual la hace diferente. Hay personas que la hacen con un huevo. La del huevo hay que hacerla interpretarla (...) Diferentes regiones utilizan diferentes limpias. Muchos usan animales, donde usan la sangre del animal, muchos usan la gallina, un cabro, el borrego, agua bendita, aceites, veladores y hierbas especiales que hay que buscarlas fuera del país porque son frescas y no son muy comunes y frecuentes aquí, pero todo se hace con las manos”, dijo.
¿Qué puede conseguirse en una botánica?
En la Botánica Barón del Cementerio hay más de 1,000 tipos de veladoras o velas grandes. Según el propietario del local, cada una de estas cumple una función distinta. “Cada veladora tiene su oración para cada santo, porque cada país tiene su patrón o su santo”, indicó.
Además de veladoras, en las botánicas se consiguen productos como: imágenes, aguas “benditas” o “frescas” (o de hierbas), aceites, materiales de distintas religiones o creencias, pulseras de “protección”, figuras representativas del cristianismo, budismo y religiones de hindú, perfumes, hierbas, amuletos, entre otros.
“Los productos que funcionan para uno no funcionan para otros, depende de su fe y sus necesidades”, aseguró.