“El día de ayer tuvimos una familia. Son venezolanos. Papá, mamá y un niño pequeño. Ellos llegaron en los últimos 60 días y fueron recibidos por otra familia, pero por un tiempo limitado. Afortunadamente, hoy se pasaron a un departamento, pero no tienen nada”, dijo a La Noticia Alba Sánchez, gerente del Centro de Bienvenida al Inmigrante de la Coalición Latinoamericana.
La familia proviene de Maracaibo. Llegaron sin nada y comenzaron a trabajar con una compañía de limpieza para poder alquilar un departamento. El pago de la vivienda es lo único con lo que cuentan. No tienen cama, muebles, mesas, ni sillas. Según relata Sánchez, desafortunadamente la circunstancia de esta familia no es la misma de muchas otras que han llegado en los últimos 60 días a Charlotte. Otras continúan sin refugio y sin trabajo.
“Hay familias de todos los países con todo tipo de necesidades. También están viniendo de otros estados y no tienen nada”, agrega Sánchez.
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Ayudando a los recién llegados
Desde hace 32 años, La Coalición Latinoamericana ha ayudado a inmigrantes de todas partes a superar los retos que implica empezar de cero en Estados Unidos. Desde hace un año y medio, factores como la inflación y un número creciente de inmigrantes, han hecho que esta labor resulte cada vez más difícil y por ello requieren la colaboración de la comunidad.
Sánchez trabaja para la Coalición desde hace cinco años. En este tiempo asegura haber notado cómo ha aumentado la cantidad de familias a quienes ayudan: entre 5,000 y 7,000 inmigrantes al año.
“Nosotros atendemos necesidades básicas. Lo que es una despensa de comida, un depósito para vivienda (siempre que la persona califique), inscripción en la escuela, interpretaciones, traducciones, referidos para una clínica de bajo costo, servicio de notario, ayudamos con aplicaciones para obtener muebles, entre otras. Somos un puente con los servicios que tiene el condado y que tiene la ciudad”, comentó Sánchez.
De acuerdo con la profesional, muchas de las personas que acuden a la institución son indocumentadas, desconocen el idioma, la ciudad, las instituciones e incluso cómo buscar información sobre ayudas.
Esta labor, que en condiciones normales es difícil, debido a las múltiples asistencias que pueda requerir cada familia, ha sido mayormente visibilizada por el aumento de los desplazamientos forzosos desde Centroamérica y Sudamérica.
“Necesitamos ayuda de la comunidad. Una familia puede ayudar donando muebles y esto no lo tiene que hacer a la oficina de La Coalición, lo puede hacer en las oficinas de Crisis Assistance (una organización sin fines de lucro), puede hacer donaciones de ropa de invierno (...) Necesitamos voluntarios que puedan llevar una despensa de comida a una familia que no tenga transporte, un voluntario que pueda llevar a una familia a una clínica de bajo costo que tenga una cita, pero no tenga como llegar”, indicó la gerente.
“No tienen a dónde ir”
Estar ocupado más de lo normal se convirtió en una situación habitual para este tipo de organizaciones, que se dedican a la protección y el cuidado del inmigrante. Por esta razón, hoy en día buscan visibilizar las necesidades que han podido apreciar en los nuevos movimientos migratorios.
“En el pasado, cuando atendíamos a muchas familias de Centroamérica, llegaban aquí con un contacto o un familiar. Tenían donde llegar, pero lo que estamos experimentando ahora es que estas familias que están llegando, sobre todo de Venezuela, no tienen a dónde ir. Entonces es más complicado poderlos asistir porque la mayor necesidad es vivienda. Para nadie es un secreto que la vivienda es algo que se está haciendo imposible en esta ciudad, en estos momentos”, dijo Sánchez.
La profesional aclaró que a pesar de que a la institución le gustaría poder ayudar con cobijo a más migrantes, la estructura no es apta y no funciona como refugio.
“Lamentablemente, los refugios no tienen espacio y la gente no puede alquilar viviendas porque ahora los costos son más altos”, agregó.
Más de 1,500 familias en necesidad
En los últimos cinco meses, La Coalición Latinoamericana ha ayudado a miles de inmigrantes nuevos, según los registros de mayo a septiembre. De estos, 733 han sido niños o menores de edad. La mayoría de estos inmigrantes proceden de países como Venezuela (1,102), Colombia (703), Cuba (252) y Nicaragua (139).
“De enero a la fecha, hemos registrado más de 3,000 personas. Gente que en su mayoría son nuevas en la ciudad. Pero, no todos vienen lidiando con los mismos retos”, dijo Sánchez, quien señaló que entre mayo y agosto se recibió cerca de 1,500 familias, de las cuales, la mitad no tenía un sitio donde ir.
Situación crítica
La Coalición Latinoamericana trabaja conjuntamente con otras organizaciones, quienes reciben cierto tipo de apoyo. Para la donación de muebles, colaboran con Crisis Assistance de Charlotte, también reciben alimentos y otro tipo de donaciones con Loaves and Fishes, la Alianza de Venezolanos en Charlotte, la iglesia Hickory Grove, entre otras.
Sin embargo, Sánchez asegura que la situación se está tornando desesperada. Menciona que ya no pueden hacer referidos para que reciban muebles, como camas, porque ya no hay.
“Creo que estamos llegando a una situación de crisis, porque ya no hay suficientes recursos. La demanda es muy alta y el personal muy escaso”, advirtió la gerente.
Agregó que actualmente las clínicas de bajo costo se encuentran llenas de solicitudes de inmigrantes que están esperando ayuda médica.
La también especialista en programas de familia comentó que cómo medida, la directiva de la Coalición decidió que se va a priorizar la atención a las familias recién llegadas a la ciudad.
“Vamos a empezar a pedirle a las familias que asistimos que necesitamos verificar que ellos son realmente familias recién llegadas y que tienen menos de 30 o 60 días. Esas son las familias que vamos a empezar a atender como prioridad, porque a raíz de que las agencias y los servicios que no están dando abasto, nos hemos dado cuenta de que no es lo mismo una familia que tiene un año acá a una familia que recién llegó”, mencionó
En medio de esta crisis por el aumento de quienes requieren ayuda, Sánchez recordó la importancia de que la comunidad colabore con estas organizaciones en la medida de sus posibilidades.
Cómo colaborar con la crisis de inmigrantes
- Alojamiento
Una forma cómo una familia puede ayuda es con una habitación disponible, que podrían prestar o donar temporalmente a alguna de estas familias inmigrantes que lo requieren, mientras se acomodan en la ciudad.
- Oportunidades de trabajo
Sánchez instó a que quienes conozcan sobre posibilidades de trabajo, a que comuniquen esta información a la organización, para dar a conocer sobre esta oferta, a quienes requieran de un medio para llevar el sustento a su familia. “Dar a conocer si hay trabajo en construcción, en limpieza y jardinería es una forma de ayudarles”, señaló.
- Salud mental
“Necesitamos profesionales de salud mental que puedan donar su tiempo y asistir a familias que han pasado por traumas. Que vienen de todo ese proceso que hacen las familias para llegar acá y que ya no solo pasan el río, sino que también ahora pasan una selva y llegan aquí afectadas física y emocionalmente”, agregó.
- Ayuda legal
Del mismo modo, indicó que se requiere la asistencia de abogados, quienes puedan ayudar a estas familias con sus situaciones legales. “La mayoría de estas familias no entienden los documentos que traen, no saben a qué pueden y a qué no aplicar. No saben lo que es un asilo, no saben si aplican o no a un TPS”, dijo e indicó que hoy en día las agencias que trabajan sin fines de lucro se encuentran saturadas.
- Donaciones monetarias
“Hay un link dentro de nuestra página donde también se pueden realizar donaciones. Que es un fondo para todas las familias que lo necesiten”, manifestó Sánchez, quien asegura que este fondo será administrado por La Coalición, sino por un conjunto de diversas organizaciones locales.
Si desea contribuir, visite: www.latinamericancoalition.org.
Si quiere ser voluntario o para más información, llame al: 704-531-3848 También puede escribir a: info@mylac.org