Michael McLellan, un hombre de 40 años, fue sentenciado a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato de Hania Aguilar, una niña latina de solo 13 años de edad. El crimen, que conmocionó a Carolina del Norte, ocurrió en noviembre de 2018 y estuvo marcado por la crueldad y el historial violento del agresor.
Un crimen que dejó huella en la comunidad
Hania Aguilar fue secuestrada el 5 de noviembre de 2018 frente a su hogar en el parque de casas móviles Rosewood, en Lumberton. Según la investigación, McLellan ocultó su rostro durante el ataque para evitar ser identificado. Su cuerpo fue hallado el 27 de noviembre, en una zona boscosa y pantanosa cerca de Wire Grass Road, tras semanas de intensa búsqueda.
El informe de la autopsia no pudo determinar una causa exacta de muerte, pero señaló que probablemente murió por asfixia. Su cuerpo desnudo y parcialmente descompuesto fue encontrado sumergido en un pozo fangoso, lo que añadió más horror a un caso ya estremecedor.
Historial violento contra latinos
McLellan tiene un largo historial de crímenes violentos y previamente había sido acusado de atacar a víctimas latinas. En el caso de Hania Aguilar, fue acusado de 10 delitos graves, entre ellos asesinato en primer grado, violación y secuestro.
El estado de Carolina del Norte buscaba inicialmente la pena de muerte para McLellan debido a la naturaleza atroz del crimen y a sus antecedentes. Sin embargo, el acusado evitó el juicio al declararse culpable el 22 de noviembre de este año, lo que resultó en una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
“Este caso ha demostrado nuestro compromiso incansable y nuestros esfuerzos para hacer que los criminales violentos rindan cuentas por sus acciones. Antes de irse a dormir esta noche, por favor oren para que la familia de Hania comience a sanar sus corazones quebrantados”, dijo Micahel McNeill, jefe del Departamento de Policía de Lumberton.
Intentos de fuga frustrados
El día de su sentencia, McLellan intentó escapar de la custodia en dos ocasiones. Según el alguacil del condado de Robeson, Burnis Wilkins, el primero de los intentos ocurrió cuando escondió en su boca una llave fabricada con materiales del centro de detención. Más tarde, logró quitarse las esposas, alcanzar la pistola de un agente y desactivar el seguro del arma. Fue detenido antes de causar mayores daños.
Tras estos incidentes, McLellan fue trasladado a la Institución Correccional de Granville, la cárcel más segura del estado, según Keith Acree, portavoz del Departamento de Corrección para Adultos de Carolina del Norte.
Hania Aguilar: Un caso que marcó un precedente
El asesinato de Hania dejó profundas cicatrices en la comunidad latina de Carolina del Norte y destacó los riesgos que enfrenta la comunidad inmigrante. La joven de ascendencia guatemalteca era conocida por su alegría y amor por la vida. Su pérdida se convirtió en un símbolo de lucha por la justicia.
El caso también generó críticas hacia las instituciones encargadas de proteger a los menores y señaló la necesidad de implementar medidas más estrictas para prevenir este tipo de crímenes frente a depredadores con antecedentes violentos. Antes de matar a Hania, McLellan estuvo en custodia policial, pero fue dejado en libertad.