El COVID-19 dejó de ser una emergencia de salud pública para convertirse en un enemigo habitual para algunos grupos de personas en riesgo. En las últimas semanas, una preocupante tendencia está tomando forma en Carolina del Norte y en todo el país: los casos de COVID-19 experimentan un alza significativa. Esta situación plantea la necesidad de una mayor vigilancia y precaución por parte de la población en vista de la próxima llegada del otoño.
En general, de una semana a otra aumentaron las cifras de visitas a urgencias por cuadros de virus respiratorios (3.9 % a 4.1 %). Mientras que las admisiones por coronavirus subieron en ese período de 239 a 267.
La temperatura baja que arranca a partir del mes de septiembre suele impulsar las enfermedades respiratorias. Pero estos reportes indican que ya no hablamos solo de influenza como principal fuente, sino que sumamos al COVID-19 como una constante.
Convivencia del COVID y la influenza
El panorama epidemiológico se vuelve más complejo al considerar la coexistencia del COVID-19 con otros virus respiratorios estacionales, como la influenza y el virus respiratorio sincitial (VRS).
Estos patógenos combinados pueden causar enfermedades graves, y su aparición simultánea puede ejercer una presión adicional sobre los sistemas de salud. Históricamente, las infecciones por influenza y VRS alcanzan su punto máximo entre diciembre y febrero, aunque la pandemia de COVID-19 ha alterado esta previsibilidad.
¿Por qué es importante mantener las medidas de seguridad?
La Dra. Elizabeth Cuervo Tilson, Directora Estatal de Salud y Directora Médica de NCDHHS, subraya que aunque la emergencia de salud pública en respuesta al COVID-19 ha concluido, el virus persiste.
Algunos grupos, como las personas mayores o con afecciones de salud subyacentes, siguen siendo vulnerables. Mantener las medidas de seguridad es crucial para proteger a estas poblaciones y a la sociedad en general.
3 formas de protegerse de los virus respiratorios en el otoño
1. Vacunas: Defensa principal contra las infecciones
Las vacunas son la mejor arma en la lucha contra el COVID-19, la influenza y, por primera vez este año, el VRS. Asegurarse de estar al día con las vacunas es esencial. Se espera una actualización de la vacuna contra el coronavirus para otoño, debido a la aparición de nuevas variantes.
Por otro lado, se insta a las personas a recibir la vacuna contra la influenza estacional, preferiblemente en septiembre u octubre. Además, los mayores de 60 años deben considerar la vacuna contra el VRS, que estará disponible esta temporada, así como un tratamiento para prevenir la infección en bebés.
Es importante destacar que las vacunas contra el COVID-19 y la influenza se pueden administrar en forma simultánea.
2. Pruebas y tratamiento: actuar con rapidez y responsabilidad
Mantener un suministro de pruebas de COVID-19 y un plan de tratamiento en caso de un resultado positivo es fundamental. Los tratamientos disponibles pueden reducir el riesgo de hospitalización y muerte tanto por coronavirus como por influenza.
Visite el sitio web Pruebas y tratamiento | NC COVID-19 para obtener información sobre cómo conseguir pruebas gratuitas caseras de COVID-19 y cómo acceder al tratamiento.
Se recomienda comunicarse con un proveedor de atención médica en caso de síntomas de algún virus respiratorio, especialmente para aquellos en grupos de alto riesgo.
3. Medidas de prevención: la higiene y la responsabilidad personal
Estos días es cuando más se deben mantener las medidas básicas de protección:
- lavarse las manos frecuentemente,
- cubrirse la nariz y boca al toser o estornudar,
- limpiar superficies con toallas antibacteriales,
- y quedarse en casa si se está enfermo.
Por otro lado, en ambientes interiores de alto riesgo o para personas vulnerables, usar mascarillas puede añadir una capa adicional de seguridad.
Consulte el Tablero de resumen del virus respiratorio de Carolina del Norte para obtener información actualizada sobre la actividad del virus respiratorio, incluidos COVID-19, influenza y VRS.