La juventud actual está amenazada por múltiples peligros propios de los avances de la tecnología y los hábitos de la propia sociedad. Carolina del Norte, consciente de ello, creó un Grupo de Trabajo sobre Fatalidad Infantil, compuesto por expertos voluntarios en salud y seguridad infantil, líderes de agencias estatales, líderes comunitarios y legisladores, que trabajan para prevenir la muerte de menores y promover el bienestar de los niños en el estado.
En ese sentido, nuevas leyes y programas se incluyen este 2024, que salen del equipo de trabajo como recomendaciones al gobernador del estado y a la Asamblea General. El 29 de febrero saldrán documentos en concreto que se centrarán en en tres ideas específicas.
¿Cómo planea Carolina del Norte mantener seguros a los menores de edad?
Hay tres focos que el estado planea incentivar como medidas en favor de los menores de edad. Se relacionan con tres problemáticas definidas que son:
- el uso de las redes sociales, que, debido a los algoritmos adictivos crean un uso desmesurado de la tecnología;
- la falta de recursos en la salud escolar que apoyen la salud mental;
- y el uso de armas de fuego que conlleva a suicidios y accidentes.
NC SAFE, una iniciativa que podría salvar vidas
La iniciativa NC SAFE es una respuesta clave de Carolina del Norte ante la preocupación por las armas de fuego. Este programa tiene como objetivo educar a la población sobre el almacenamiento seguro de las armas.
En el contexto de protección a los jóvenes, el uso de armas en menores de edad se hace relevante debido a que se relaciona con muertes por accidentes o suicidios, en proporciones incluso mayores que las de accidentes de auto. Es por ello que esta campaña incluye componentes educativos y la distribución gratuita de candados para armas, buscando concienciar a la comunidad sobre la importancia de proteger todas las armas de fuego de manera efectiva.
Sin embargo, el grupo de trabajo muestra preocupación por la dependencia de fondos federales irregulares y aboga por una financiación recurrente para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de este vital programa.
Plan de atención a las redes sociales
En respuesta al crecimiento alarmante del tiempo que los adolescentes pasan en línea, el grupo de trabajo está abogando por medidas específicas para abordar los riesgos asociados con algoritmos adictivos en las redes sociales. Prueba de ello es que el porcentaje de adolescentes de 13 a 17 años que admiten que están en línea constantemente ha aumentado del 24 % en 2014-15 al 46 % el año pasado, según una encuesta por el Pew Research Center.
Hay que entender lo que ocurre en este tiempo de exposición a las redes. Los jóvenes aprenden anti valores, dañan su propia autoestima y ocupan más horas en mover los dedos para cambiar de contenido que lo que dedican a su cuerpo entero en una actividad física más productiva, por ejemplo.
La propuesta hacia los legisladores incluye cambios en los algoritmos utilizados por las plataformas para evitar la exposición a contenido perjudicial y fomentar un uso más equilibrado de las redes. Se espera que estas acciones contribuyan significativamente a proteger la salud mental de los jóvenes.
Aumento de trabajadores de salud escolar
El COVID-19 alteró la mente sana de muchas personas por miedos asociados a la enfermedad, la pérdida de familiares o el aislamiento. Todo ello desencadenó problemas que incrementaron la tasa de suicidios y problemas de salud mental entre los jóvenes.
La falta crítica de personal de salud escolar en Carolina del Norte se ha convertido en un obstáculo significativo en esta situación. Aunque se han realizado ciertos avances presupuestarios para contratar más personal en este ámbito, el grupo de trabajo aboga por una financiación recurrente que permita aumentar sustancialmente el número de enfermeras, trabajadores sociales, consejeros y psicólogos en las escuelas. Este enfoque se alinea con las recomendaciones de asociaciones profesionales y expertos en el campo.
¿Qué se espera de estos programas a largo plazo?
La implementación de programas como NC SAFE y el enfoque en la salud escolar se espera que tengan un impacto significativo a largo plazo en la seguridad y bienestar de los menores en Carolina del Norte.
Con el respaldo del Grupo de Trabajo sobre Fatalidad Infantil, se espera que estas iniciativas contribuyan no solo a abordar las amenazas actuales, sino también a prevenir futuros desafíos que enfrentan los niños en el estado. Estos esfuerzos son fundamentales para construir un entorno más seguro y saludable para las generaciones venideras.