El día de ayer el gobierno confirmó que el país sigue sufriendo los estragos de la inflación, misma que llegó a un dramático 9.1 %, la cifra más alta en los últimos 41 años y que por ende disparó el Índice de Precios al Consumidor (IPC), y el Índice de Precios a los Productores (IPP).
Te puede interesar:
En los últimos 12 meses que finalizaron en junio, la inflación alcanzó niveles que superaron incluso los de 1988, cuando se llegó a 8.8.
Junio también vio cómo los costos para fabricar bienes y brindar servicios aumentaron un 11,3 %.
Esto significa que los altos costos para las empresas serán transferidos también a los consumidores.
Tan solo los precios de la energía se dispararon casi un 42 % en los últimos 12 meses a causa de la guerra en Ucrania.
Pero no solo fueron los precios de alimentos y gasolina, que por naturaleza son inestables, pues la inflación subyacente se disparó un 5,9 % durante el año pasado.
Los números son contundentes. La gasolina sin plomo subió 61 % el último año. Trajes, chaquetas y abrigos de caballero subieron 25 %, boletos de avión 34 %, huevos 33% y Salchichas 14 %.
La escasez de mano de obra y suministros, provocados por la pandemia de COVID-19, fueron combinándose con una alta demanda de bienes y servicios.
El Índice de Precios al Consumidor pasó del 1.7 % en febrero del 2021 al 9,1 % de ahora. Desde marzo pasado siempre se mantuvo por arriba del 8 %.
Por su parte, el Índice de Precios a los Productores (IPP), que es publicado mensualmente por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), registra la inflación mayorista y los precios pagados a 25,000 productores de bienes y servicios para el consumidor del país.
Fue en el mes de marzo que el IPP alcanzó un pico histórico al llegar a 11.6 % y el BLS señaló las causas.
'Más de la mitad del aumento de junio en el índice de bienes de demanda final es atribuible a los precios de la gasolina, que aumentaron un 18,5 por ciento.'
Dice el reporte mensual de la Oficina de Estadísticas y Trabajo (BLS).
La Reserva Federal y el riesgo latente de una recesión
Esta no es la primera vez que el país enfrenta una inflación alta. En el pasado incluso se llegaron a niveles más elecados.
Ese fue el caso de 1947, cuando las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial llevaron al país a una inflación del 20 %.
Los factores que influyeron en ese entonces fueron el levantamiento de las restricciones de precios durante la guerra, la escasez de suministros y la demanda reprimida de los consumidores.
Años más tarde, en la década de los 70, la inflación volvió a pegar en el país y en marzo de 1980 alcanzó los 14.8 %.
Esa situación llevó a la Reserva Federal (FED), a implementar suidas en los tipos y las tasas de interés para bajar los altos precios que provocaron fuertes recesiones en 1980, 81 y 82.
Los temores de los expertos de que algo similar se repita son fuertes y el panorama no muestra muchas salidas.
Tras conocerse el nuevo nivel de inflación en el país, este jueves el Promedio Industrial Dow Jones abrió con una caída de 558 puntos.
Expertos piensan que Jerome Powell, presidente de la Fed, anuncie un nuevo aumento de 75 puntos en las tasas de interés para afrontar la inflación.
Este probable nuevo endurecimiento al crédito por parte de la Fed podría desencadenar la tan temida recesión.
La pandemia fue un factor determinante
Hay un antes y un después en la economía del país tras el paso de la pandemia de COVID-19.
Estados Unidos, y muchos países alrededor del mundo, paralizaron sus economías para hacerle frente a los contagios y muertes por el coronavirus.
En la primavera del 2020 las empresas cerraron o redujeron sus horarios y los consumidores se quedaron en casa como precaución de salud.
22,000,000 de puestos de trabajo fueron recortados y la economía cayó a una tasa anual récord del 31 % en el trimestre de abril a junio de 2020.
Sin embargo, el gobierno federal inyectó grandes cantidades de dinero junto a la Fed para combatir la situación.
Esto provocó que la economía del país no cayera en una recesión e incluso mostró una recuperación que pocos esperaban.
Luego llegaron las vacunas en el 2021 y esto fue acabando con el miedo de los consumidores que regresaron a las calles y a los restaurantes, negocios, bares, aeropuertos y más lugares.
Te puede interesar:
Pero entonces la demanda de servicios y productos se volvió a disparar y las empresas, que habían hecho recortes de personal, vieron que por lo mismo las cadenas de suministros empezaron a fallar.
Es así que los costos y precios se elevaron fuertemente mientras la demanda crecía y la oferta bajaba.
Como consecuencia, los productores empezaron a solventar los altos costos que tenían con altos precios a los consumidores alimentando la inflación.
Pero la inflación no solo es en el país. La agencia de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, prevé que la inflación interanual llegue al 8.6 % en los 19 países que usan el euro como moneda.
De igual forma, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que que los precios al consumidor en las economías avanzadas del mundo aumentarán un 5,7 %.
Y en el caso de los países mercados emergentes y en desarrollo la inflación llegaría al 8.7 %.
Los consumidores y el sector más afectado en Carolina del Norte
Para los consumidores la situación podría resumirse en que, lo mismo que compraron en una tienda hace un año, hoy cuesta casi 10 % más.
Pero el mercado laboral en el país se ha ido recuperando y su fuerza es lo que ha ayudado a los trabajadores a sostenerse.
Sin embargo, esta situación no equilibra el impacto que todos sufren con el alza constante en los precios.
Y es que la ganancia por hora de los trabajadores del sector privado cayó 3.6 % respecto al año pasado en relación con el alza de precios en el consumo.
Al trasladar el panorama a Carolina del Norte la situación está afectando mayormente a un grupo de su población.
Si bien es cierto que el gobernador, Roy Cooper, y los legisladores estatales reservaron una partida de $1,000 millones para hacerle frente a la inflación, hay sectores que están sufriendo además de los productores y el consumidor promedio con los precios.
Se trata de los adultos de más de 65 años y no solo en Carolina del Norte, sino en casi todo el país.
El país cuenta con alrededor de 56,000,000 de adultos mayores de 65 años que viven en condiciones menos favorecedoras que los adultos mayores por debajo de esa edad.
La problemática pasa por el hecho de que los adultos mayores de 65 años viven en su gran mayoría con ingresos fijos. Eso se traduce en que mientras los precios suben, sus ingresos no aumentan.
En Carolina del Norte la población de esta edad está teniendo problemas para pagar alimentos, vivienda y medicamentos.
Muchos de ellos están mermando sus ahorros para poder pagar la atención médica en hospitales o domiciliaria.
Si antes pensaban dejar herencias con sus ahorros a sus familias, ahora están tomando ese dinero para satisfacer las necesidades básicas.
Además, Carolina del Norte tiene pequeñas ciudades como Fearrington Village, donde el promedio de edad de la población es de 73 años.
El gobierno de Roy Cooper ha asegurado que, con el presupuesto estatal de $27,900 millones, Carolina del Norte está lista para los tiempos que se vienen.
'Firmé el presupuesto estatal (HB 103) que incluye inversiones críticas en educación, desarrollo económico, transporte y la fuerza laboral estatal'
dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, a principios de esta semana.
Aún así, dos de cada cinco condados en Carolina del Norte todavía tienen menos personas trabajando que antes de la COVID-19.
La recuperación del estado se ha centrado en ciudades como Charlotte y la zona del Triángulo.
Por lo que el gobierno tendrá que aterrizar toda esa ayuda presupuestaria a las comunidades que más lo necesitan y a los sectores más débiles de la población.
Hoy la inflación es una dura realidad que está pegando al consumidor y a los productores en los precios, pero que nadie quiere se convierta en recesión.