Un nuevo estudio reveló que casi el 30 % de los niños hospitalizados por COVID-19 o MIS-C, más de 1 de cada 4, presentan síntomas incluso meses después de haber estado enfermos.
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Los síntomas a los que se refiere el estudio son fatiga, dificultad para respirar, tos, dolor de cabeza, dolores musculares y corporales y fiebre.
Así lo dio a conocer la revista especializada Pediatrics, el viernes pasado. Cabe destacar que el Síndrome Inflamatorio Multisistémico en niños (MIS-C), es una afección rara pero grave relacionada con la COVID-19.
Al día de hoy los doctores no saben bien qué es lo que detona el MIS-C en los niños tras contagiarse de COVID-19. El síndrome continúa por semanas una vez que aparece y causa que los órganos de los niños se inflamen, como los riñones, el cerebro, el hígado y hasta el corazón.
Estos problemas derivados del MIS-C provocan que los niños no puedan realizar sus actividades normales. Los menores no podían hacer actividades físicas, dormían más de lo habitual y no se podían concentrar.
El estudio de Pediatrics sobre los niños con COVID-19 y MIS-C
Desde el inicio de la pandemia, más de 14,000,000 de niños han dado positivo a COVID-19 en el país. Los estudios sugieren que de esa cifra, entre el 2 y el 10 % desarrollaron síntomas prolongados de COVID-19, incluso aunque no hayan sido hospitalizados.
Pero los doctores creen que esa cifra podría ser mayor que la que manejan las autoridades.
Datos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), señalan que al 1 de agosto se han dado 8,798 casos de niños que encajan con los síntomas de MIS-C.
El estudio también confirmó que los niños que presentaban MIS-C necesitaban mayores cuidados y atenciones que aquellos con COVID-19 grave.

(Foto AP/Carolyn Kaster)
Los menores con asma y obesidad que tenían MIS-C parecían más propensos a desarrollar síntomas después de ser dados de alta.
Para el estudio se analizó a 358 niños que fueron atendidos en 25 hospitales pediátricos entre mayo de 2020 y mayo de 2021. Esto fue antes de la aparición de las subvariantes Delta y Omicron.
No se sabe cuáles habrían sido los resultados si se hubieran tomado en cuenta esas subvariantes. De igual forma, el estudio se realizó antes de que los menores fueran elegibles para las vacunas contra la COVID-19.
Sin embargo, hubo muchos menos casos de COVID-19 prolongado entre los niños hospitalizados que entre los adultos mayores hospitalizados. Aún así, el riesgo de enfermedad grave y complicaciones persistentes entre los niños hospitalizados por covid-19 es mayor que el riesgo de efectos secundarios graves de la vacuna.