Al aproximarnos a cumplir un año de la pandemia del COVID-19 vale la pena mirar hacia atrás y comprobar la verdad a la luz de la ciencia sobre los mitos comunes que circulaban, y que todavía siguen circulando, sobre le nuevo coronavirus .
Paralela a propagación del coronavirus, la desinformación circuló con mayor rapidez causando confusión, sin embargo y a medida que evoluciona la pandemia del COVID-19 y la investigación científica sobre la enfermedad, hoy se puede eliminar parte de la confusión generada hace un año, con hechos comprobables.
A continuación una lista de algunos de los mitos comunes que llegaron a la sala de redacción de La Noticia sobre el COVID-19:
Mito: “Limón, ajo, o gárgaras de sal pueden prevenir o curar el COVID-19”
Después de un año de pandemia no hay evidencia concreta que demuestre que el ajo, la sal, el agua tibia, el jugo de limón o las vitaminas puedan prevenir o curar el nuevo coronavirus.
En algunos casos las vitaminas o ciertos vegetales y frutas pueden fortalecer el sistema inmune, pero en ningún caso evitan o curan la enfermedad. No está por demás mencionar que muchos de quienes creían en esos remedios caseros contrajeron el nuevo coronavirus.
EL COVID-19 es un virus respiratorio que se transmite por partículas de secreciones de una persona a otra.
Toda la evidencia científica disponible hasta ahora resalta la importancia de prevenir la exposición evitando contacto cercano con otras personas, al mantener una distancias de seis pies (dos metros), usar una mascarilla en áreas públicas, lávese constantemente las manos.
Mito: “Es mejor exponerse intencionalmente al COVID-19 para desarrollar inmunidad de rebaño”
Expertos en epidemiología, así como las principales organizaciones de salud del mundo, han advertido los peligros de este mito. La inmunidad de rebaño o colectiva es una pieza importante en la prevención de una enfermedad viral; pero ésta se consigue de una manera segura a través de una vacuna.
Por un lado, se necesitaría que el 70% de la población esté infectada con el COVID-19 para alcanzar la inmunidad colectiva sin vacuna, el problema es que esto traería devastadoras consecuencias.
Hasta el 18 de febrero 110 millones de personas se han contagiado con el COVID-19 en el mundo, cerca de dos y medio millones de personas han muerto por la enfermedad.
En Estados Unidos hay 27.8 millones de contagiados y cerca de medio millón han fallecido por el COVID-19, esto es más que todas las muertes de estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Vietnam, en un solo año.
Adicionalmente todavía no está claro cuánto tiempo pueden durar los anticuerpos del COVID-19 o que tanto pueden prevenir las reinfecciones. La vacuna es el mejor método de prevención.
¿Cómo parar los mitos sobre el COVID-19?
Por las redes circulas videos de presuntos médicos, presuntos curados, o presuntos funcionarios que comparten casi clandestinamente una información; porque dicen será censurada por alguna teoría de la conspiración. Tenga mucho cuidado, no se convierta en cómplice de la desinformación.
A continuación algunas recomendaciones del UW Health sobre cómo distinguir un dato médico genuino de uno ficticio:
Considere la fuente
No crea todo lo que ve en las redes sociales, lo que escuche del vecino, o lo que lea en noticias de fuentes abiertamente partidistas o sensacionalistas. Prefiera medios de comunicación serios con buena reputación.
Revise la información
Si algo suena muy bueno para ser cierto (como curas milagrosas) o le suena raro, revise con fuentes confiables como los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC); su departamento de salud estatal, o el consultorio de su doctor o sistema médico.
Deténgase antes de compartir
Sea parte de la solución y no comparta ni reenvíe información antes que sepa si viene de una fuente seria y confiable.