Los salvadoreños con interés en asilo en Estados Unidos deberán regresar a su país donde deben buscar medidas alternas de protección. Mientras tanto, los que ya están esperando respuesta a su trámite serán devueltos hasta tener una resolución.
Estas medidas entrarán en rigor de acuerdo con el Acuerdo de Cooperación de Asilo firmado entre Estados Unidos y El Salvador, desde el 2019.
Durante una gira en Centroamérica el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad Wolf, incluyó a la nación centroamericana para revisar el acuerdo. En un reunión con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se definió darle validez al ACA. Sin embargo, no detallaron fecha de inicio.
La Embajada de Estados Unidos en El Salvador indicó que algunos migrantes que soliciten asilo o protección humanitaria en la frontera serán transferidos a su país mientras se procesa su solicitud. También indica que El Salvador podrá crear prácticas óptimas elaboradas por Estados Unidos y la comunidad internacional para aumentar las opciones de protección de las poblaciones vulnerables.
¿Qué establece el Acuerdo de Cooperación de Asilo entre El Salvador y Estados Unidos?
ACA tiene vigencia desde septiembre del 2019. Los dos países establecieron el acuerdo considerando los niveles históricos de migración irregular y la trata de personas. La intención de este tratado es que los migrantes busquen protección desde El Salvador, lo que obliga a mejorar la aplicación de medidas humanitarias internas.
Una vez que se comience la implementación de ACA las naciones confían en facilitar la cooperación en busca de seguridad y protección humanitaria. No obstante, algunas organizaciones critican la medida porque consideran pone el riesgo a los inmigrantes. Además de El Salvador, también en Guatemala y y Honduras se firmaron acuerdos. De ellos, Guatemala ya puso en marcha las medidas; mientras que Honduras podría iniciarlo pronto.
El Departamento de Seguridad Nacional justifica la aplicación del ACA apalancado en cifras. Durante el año fiscal 2019, más del 71% de los migrantes detenidos en la frontera sur-occidental de Estados Unidos eran nacionales de El Salvador, Guatemala y Honduras.