Miles de personas dieron su último respiro de su vida cuando una bebé dio el primero al nacer, posiblemente, unos minutos más tarde del terremoto de Turquía y Siria. Este es uno de los milagros irónicos en medio de la desolación que está dejando el desastre natural.
Más de 15,000 fallecidos ensombrecen el panorama. Pero una recién nacida sacó lágrimas de felicidad en medio de los rescates en un edificio colapsado en un poblado del noroeste de Siria. La pequeña lloraba en las piernas de su fallecida madre, aún con el cordón umbilical atado a ella. Cerca, yacía también su padre Abdullah Turki Mleihan y otros hermanos, siendo entonces la única sobreviviente de su pequeña familia.
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¿Cómo nació la bebé en el terremoto de Turquía y Siria?
Se presume que la madre, identificada como Afraa Abu Hadiya, dio a luz mientras estaba enterrada bajo los escombros del devastador terremoto, dijo el doctor Hani Maarouf. El médico agregó que la mujer debe haber estado consciente durante el alumbramiento y murió poco después, pues de lo contrario la niña no hubiese sobrevivido debido al frío.
Cuando hallaron a la sobreviviente, una vecina cortó el cordón y la llevaron a un hospital infantil en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora. Los rescatistas hallaron a la recién nacida más de 10 horas después del sismo; y el médico calculó que la niña nació varias horas antes de ser encontrada, debido a que su temperatura corporal había caído a 95 °Fahrenheit (35 grados Celsius) y tenía moretones, incluido uno grande en la espalda, pero su estado era estable, dijo Maarouf.
"Si la niña se hubiera quedado (entre los escombros) una hora más, habría muerto",
comentó el doctor.
La beba pesó 3,175 kilogramos (7 libras), un peso promedio para un recién nacido, por lo que llegó casi a término.
"Nuestra única preocupación es el moretón en la espalda y tenemos que ver si hay algún problema con su médula espinal", indicó el especialista. "Ha estado moviendo sus piernas y brazos con normalidad", agregó.
Al parecer, cuando el sismo azotó la región el lunes, Abu Hadiya, su esposo y cuatro hijos intentaron salir corriendo de su edificio, pero la estructura cayó sobre ellos. Sus cuerpos fueron hallados cerca de la entrada del edificio.

La guerra también es testigo de vida
Abu Hadiya y su familia estaban entre los millones de sirios que huyeron de territorio bajo control rebelde de otras partes del país. Eran originarios del poblado de Khsham, en la provincia oriental de Deir el-Zour, pero se fueron en 2014 después de que el grupo Estado Islámico tomara control de su poblado, dijo un familiar que se identificó como Saleh al-Badran.
En 2018, la familia se mudó a Jinderis después de que el Ejército Nacional Sirio, una organización de varios grupos insurgentes con respaldo turco, arrebatara el pueblo a combatientes liderados por kurdos y respaldados por Estados Unidos, dijo otro familiar, Ramadan Sleiman.
Jinderis, ubicado en el bastión rebelde del noroeste de Siria, fue muy afectado por el sismo y sufrió la caída de decenas de edificios.
El terremoto de magnitud 7,8 del lunes antes del amanecer, seguido de varias réplicas, causó destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria. Miles de personas han muerto y la cifra seguía aumentando a medida que se hallaban más cadáveres.
Desarrollado por La Noticia con información de The Associated Press.