Han recetado salir a la playa a los pacientes en cuidados intensivos con COVID-19 en España.
Un equipo médico del Hospital del Mar está estudiando si salidas breves a la playa, justo al otro lado de la calle, pueden ayudar a los pacientes de COVID-19, tras largas y en ocasiones traumáticas estancias en cuidados intensivos.
La doctora Judith Marín explicó que forma parte de un programa para "humanizar" las salas de cuidados intensivos. Un grupo lleva experimentando con este programa, dos años antes de que el coronavirus llegara a España.
Las salidas a la playa pueden mejorar a los pacientes con COVID-19
En abril, el centro operaba con varias salas adicionales de cuidados intensivos y amplió su capacidad normal, de 18 pacientes a 67 debido a la pandemia.
"Las familias que habían estado aquí 24 horas, de repente se vuelven para casa, no pueden venir a ver a los pacientes. Tenemos que informar por teléfono, tenemos que dar malas noticias por teléfono. No podemos dejar que los pacientes se despidan de sus familias”, asegura Marín.
Desde que reiniciaron el programa a principios de junio, los médicos dijeron que incluso pasar 10 minutos en la playa parece mejorar el bienestar de los pacientes. El equipo quiere profundizar en estos indicios y ver si las salidas pueden ayudar en la recuperación a medio y largo plazo de los pacientes de COVID-19.
"Creo que es importante tener presente esa faceta del bienestar emocional de los pacientes", dijo Marín. "Y cuanto antes lo empecemos, y si se puede hacer en los cuidados intensivos, mejor".
España empezó a frenar su curva de contagios con una estricta cuarentena de tres meses que terminó el 21 de junio. Pero el país lidera ahora la nueva oleada de contagios en Europa, con un repunte que ha llevado el total de casos a casi medio millón. Al menos 29,400 personas han muerto en España.
Ha sido uno de los mejores días para Francisco España
Después de casi dos meses sedado y conectado a vías intravenosas en la unidad de cuidados intensivos del hospital, Francisco España se tomó un momento para llenar sus castigados pulmones con el aire fresco de la playa de Barcelona.
Tumbado en una camilla en el paseo marítimo y escoltado por un médico y tres enfermeras que vigilaban en todo momento sus signos vitales, España cerró brevemente los ojos y absorbió tanta luz de sol como pudo.
"Ha sido uno de los mejores días que recuerdo", dijo.
Con información de The Associated Press