Entre las mejores ciudades para conducir hay tres de Carolina del Norte. La lista surgió de un estudio realizado por WalletHub que determinó cuáles son las mejores y las peores ciudades para estar detrás del volante.
Las mejores ciudades para conducir en Estados Unidos
Raleigh (2) quedó en la lista como la segunda mejor ciudad para manejar. Solo fue superada en la investigación por Lincoln, Nevada (1).
En el cuarto lugar se halló Greensboro (4), debajo de Corpus Christi, Texas (3). Y Winston-Salem fue la número 7. Los otros puestos los ocuparon Boise (5), Plano (6), Nashville (8), Orlando (9) y Omaha (10).
Raleigh, Greensboro y Winston-Salem recibieron buenas calificaciones en cuanto a los costos de propiedad y mantenimiento, principalmente.
Charlotte y Durham no figuraron entre las primeras, pero se ubicaron en las posiciones 27 y 35, respectivamente.
En otras ocasiones estas ciudades de Carolina del Norte ya han sido catalogadas por la buena experiencia que ofrecen a los conductores.
La investigación detrás del placer de conducir
Para determinar las mejores experiencias a la hora de movilizarse en vehículo, se hizo comparación de las 100 ciudades más pobladas de Estados Unidos.
La metodología incluyó el análisis de cuatro factores clave:
1) Coso de autos, la respectiva gasolina, estacionamiento, mantenimiento de los autos, taller y reparaciones.
2) Un segundo aspecto sin duda relevante como lo es la calidad de las carreteras. Éstas son fundamentales para disfrutar en mayor o menor medida la conducción. Asimismo lo son el tiempo que por la congestión del tráfico se invierte al volante.
3) También se evaluó la tasa de muertes por accidentes de tráfico y cantidad de robos de autos.
4) Por último, la disponibilidad de las personas a la hora de adquirir un auto con facilidades.
¿Por qué saber dónde es más cómodo movilizarse en Estados Unidos?
La importancia de conocer las condiciones más favorables para los conductores radica en el hecho de que un 87% de estadounidenses se movilizan diariamente en vehículos particulares, según la Oficina de Estadísticas de Transporte.
Estos últimos meses la pandemia ha sumado un nuevo componente. El temor a usar el transporte público ha hecho que durante la pandemia de COVID-19 las personas usen más sus vehículos personales.
Un dato adicional es que también la pandemia ha incrementado la intención de compra de automóviles en un 20%.