El ajedrez es un juego de estrategia que requiere de concentración y habilidad, y mientras más pronto aprende un niño, mejor. De hecho, los grandes ajedrecistas comenzaron a jugar desde su infancia. En cuanto a la edad recomendada, el pequeño puede empezar a jugar desde los cuatro años de edad.
Además de divertir a los niños, jugar ajedrez puede traerles grandes beneficios mentales y hasta emocionales.
Beneficios del ajedrez en los niños
El ajedrez ayuda a los niños de muchas maneras, desde mejorar su concentración, hasta su creatividad. Este juego puede ser un excelente complemento para su educación ya que le ayudará a tener mejores resultados escolares y personales. Estos son sus principales beneficios según el autor de “Desarrollar la inteligencia a través del ajedrez", José María Olías.
- Mejora la atención, concentración y memoria.
- Ayuda al niño a mejorar sus capacidades de análisis, síntesis y organización.
- Mejora la capacidad de resolución de problemas y la toma de decisiones bajo presión.
- Fomenta la creatividad y la imaginación.
- Fortalece el razonamiento lógico-matemático.
- Ayuda al niño a tener un mejor control emocional, tanto en situaciones de éxito como de frustración.
- Le proporciona un mayor sentido de honestidad e integridad.
- Ayuda al niño a adaptarse mejor a situaciones distintas e inesperadas.
- Incrementa su autoestima y confianza.
- Le enseña a tener iniciativa, empatía y comprender al oponente durante el juego.
- Fomenta el trabajo en equipo y la colaboración con otros.
¿Cuál es el mejor método para enseñar ajedrez a los niños?
Hay distintos métodos para que un niño aprenda a jugar a ajedrez, pero el principal es que se le enseñe sin presiones. Modelar con el ejemplo puede ser una opción que lo motive en un principio. Si el niño observa como sus padres, hermanos o abuelos jugar ajedrez, es muy probable que nazca en él la curiosidad por jugar también.
Otra estrategia es explicarle al pequeño lo que representa el juego de una manera sencilla y que despierte su curiosidad.
Estas son algunas ideas:
- Se le puede decir que el tablero representa dos reinos que luchan entre sí. Cada uno busca defenderse del oponente y capturar al jefe del otro reino, al cual se le llama “El Rey”.
- Las piezas en cada reino se apoyan entre sí para defender a su rey. También buscan capturar al rey del otro bando.
- Ya que entienda la finalidad del juego, se le explica poco a poco el movimiento de las piezas. De esta manera irá aprendiendo los movimientos y estrategias para lograr el objetivo final.
- Primero se le puede enseñar los movimientos de las torres, pues estos son los más sencillos. Después el movimiento del alfil, ya que esta pieza se mueve de manera recta.
- Al final, se le enseñan los movimientos de las piezas claves que son la reina, el rey, el caballo y, por último, el peón.
- Con la práctica el niño tendrá la habilidad de conseguir el tan ansiado “jaque mate”, que es la inmovilización y la captura del rey del oponente.