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Tras más de dos décadas de la muerte de un bebé que conmocionó al Condado de Burke, en Carolina del Norte, al fin encontraron a la responsable.

Deborah Riddle O'Conner, de 55 años, se declaró culpable de asesinato en segundo grado por el asesinato de su hijo de apenas un día de edad.

El hecho ocurrió en 1999, cuando hallaron al bebé sin vida en una bolsa de basura en una carretera rural del Condado de Burke.

Miembros de la Oficina del Sheriff del Condado de Cumberland llamaron póstumamente el difunto Baby Michael.

El caso no se resolvió desde entonces, hasta que en 2020 una prueba de ADN identificó a O’Conner como la madre.

Una vez que se entregó, la homicida dijo: "Lamento profundamente que esto haya sucedido. Si pudiera hacerlo de nuevo, terminaría siendo tan diferente".

"Le pedí perdón a Dios, le pedí perdón a Michael. Le pedí perdón a mi familia por la vergüenza y la angustia que esto les ha causado”.

“Si pudieran mirar mi corazón y ver que nunca quise que esto sucediera, estaba en una mala situación, y si pudiera hacerlo de nuevo, esto no habría sucedido”, añadió.

Fue el 3 de marzo de 1999, un soldado encontró el cuerpo de un niño recién nacido en una bolsa de plástico en Canady Pond Road.

El soldado inicialmente pensó que había encontrado una muñeca, pero luego se dio cuenta de que era un bebé muerto.

De momento Deborah Riddle O’Conner fue enviada el martes 10 de agosto a prisión, a la espera de su juicio.

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