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El 15 de julio se cumplieron 10 años de haber iniciado el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Esta iniciativa ha ayudado a aproximadamente 600,000 estudiantes que arribaron en su infancia a Estados Unidos, para seguir estudiando y así obtener un permiso de trabajo. 

Sin embargo, este permiso no es una solución permanente para la ciudadanía.

A pesar de sus grandes logros, el programa ha causado mucha incertidumbre, luego de que el expresidente Donald Trump amagara con suspenderlo en 2017, durante su periodo presidencial. 

No obstante, debido al gran interés de personas que han vivido los desafíos de ser indocumentados en Estados Unidos, están defendiendo DACA a través de campañas y creando recursos para los “soñadores”. 

Tal es el caso de Karely Ávila y María Jiménez, quienes usaron sus propias experiencias para impulsar un cambio en la comunidad inmigrante de Washington, D.C. el pasado 15 de julio.

“Fue una experiencia donde hubo muchos sentimientos encontrados, pero hay gente que al no estar en nuestros zapatos no entiende y no quiere hacer un cambio”, dice Karely Ávila, parte del equipo de comunicación de Road to Hire, a La Noticia.

¿Qué significado tiene el 15 de julio para la comunidad inmigrante?

Karely, Maria, Amy, Carley y Martha fueron en representación de Golden Door Schoolar y Road to Hire para impulsar un cambio positivo para la comunidad inmigrante. (Foto: cortesía de Karely Ávila.) 

Después del intento del expresidente Donald Trump por cancelar DACA, al no aceptar nuevas solicitudes, o la renovación del programa, se desató un temor inmenso entre los destinatarios de DACA al tener que vivir bajo la incertidumbre de lo que pudiera pasar con su futuro.

Empero, hay organizaciones como THEDREAM.US y Golden Door Scholars que apoyan a la comunidad inmigrante a través de la creación de becas y recursos para ayudarlos a seguir estudiando. Por ello, decidieron ir a abogar a Washington DC por un cambio.

“Nuestra meta es poder abogar por nuestra comunidad indocumentada, nos sentimos comprometidas para hacer todo lo posible, para ayudar. En nuestra comunidad de Golden Door todos somos familia y nos cuidamos en todo”, comenta María Jiménez, entrenadora de carrera estudiantil del equipo de Golden Door Scholar.

El miércoles 15 de junio fue la conferencia de prensa, donde legisladores hablaron desde ambos lados de la situación. Hubo gente a favor del cambio para la comunidad indocumentada, pero también hubo gente que aún no está convencida de hacer este cambio.

Hubo representantes de Florida, Washington, Carolina del Norte y también gente indocumentada que relató sus historias. Todos tratando de explicar los desafíos que sufre la comunidad inmigrante al no tener las mismas oportunidades que los demás.

“A las 3:00 p. m. hablamos con Deborah K. Ross(representante de Raleigh, Carolina del Norte), que está de nuestro lado para hacer un cambio. Lo cual agradecemos mucho, pero necesitamos más gente que se una a nosotros para poder hacer el cambio”, cuenta María.

Hubo muchos sentimientos encontrados porque el futuro de muchos estudiantes indocumentados están en las manos de estos legisladores, quienes tienen el poder de poder cambiar esta situación.

¿Quiénes son Karely y María? 

Al saber de los obstáculos que ellas enfrentaron para seguir estudiando, ellas quieren hacer un cambio para la comunidad inmigrante. (Foto: cortesía de Karely Ávila.) 

Karely nació en Irapuato, Guanajuato, México, y al año y medio de haber nacido llegó a Estados Unidos. Ella sabía desde una edad temprana que era indocumentada, pero no sabía las limitaciones que esto implicaba hasta que llegó a la secundaria.

“Siempre supe que era indocumentada, pero no sabía el verdadero significado hasta que vi que no iba a poder obtener mi licencia de conducir como el resto de mis compañeros”, comenta Karely.

Por su parte, María nació en Venezuela y en el 2016 vino a Estados Unidos por los problemas políticos del país. Llegó con el sueño de seguir estudiando, así que cuando llegó se inscribió a la universidad. 

“En los últimos años, las cosas en Venezuela han empeorado, sin embargo, tuve la oportunidad de venir a Estados Unidos para estudiar”, narra María.  

Los desafíos de Karely, María y la comunidad inmigrante

El 15 de julio estas mujeres determinadas fueron a abogar por un cambio para los estudiantes inmigrantes.(Foto: cortesía de Karely Ávila.)

Ambas mujeres sufrieron algún desafío durante la universidad. Karely, siendo la mejor de su clase, no pudo asistir a la universidad de su sueños por las limitaciones que la sociedad puso en su camino por ser indocumentada. Aunque tiene DACA, eso no le permitió estudiar donde quería.

Sin embargo, Karely no se dio por vencida y empezó a abogar por otros estudiantes indocumentados. Ganó la beca de parte de Golden Door y puedo asistir a la universidad Queen’s University of Charlotte. Donde antes de graduarse obtuvo una oportunidad de trabajo gracias a Road to Hire. 

“Cuando no pude asistir a la universidad de mis sueños, me dolió mucho y me puse a pensar lo injusto que era esto, no solamente para mí, sino para la comunidad indocumentada. Todos tenemos derecho de estudiar, no importando si tienes o no DACA”, confiesa Karely.

María pudo salir de Venezuela y se puso a estudiar en un instituto universitario. Después se transfirió a Queen’s University donde conoció a Karely. A pesar de que obtuvo su Visa y TPS, se enfrentó con varios desafíos para estudiar. 

“Durante mi tiempo en la universidad me di cuenta de que me miraba diferente por cómo era. Siempre daba más que los demás porque yo sabía cuánto me costó llegar hasta aquí”, dice María.

El mensaje a la comunidad inmigrante

El objetivo de Maria y Karely siempre ha sido el poder cambiar el pensamiento de los que están en contra de los programas como DACA. Tal fue el caso, que hubo una organización que aboga por los derechos de los estudiantes indocumentados, que trajo a todos sus destinatarios para demostrar lo que hacen para ayudarlos.

“Le dije a Karely ‘¿te puedes imaginar que nuestro futuro está en estas cuatro paredes blancas? Nuestro futuro depende de esta gente’”, confesa María.

Así se desató una fuerte tensión, al saber que muchos de los legisladores no fueron a hablar, pero ambas mujeres sintieron que al asistir estaban un paso más cerca de generar un cambio.

María y Karely pasaron por varios desafíos que las moldearon en las personas que son hoy. No obstante, ellas hacen énfasis en el cuidado de la salud mental, pues saben lo difícil que es lidiar con esta etiqueta de la sociedad. 

A pesar de ello, ellas quieren ayudar a otros a sobresalir.

“Trataron de apagar nuestros sueños y metas, pero aquí estamos de pie, intentando hacer un cambio para nuestra comunidad”, finaliza Karely.

“Vi lo difícil que era ser diferente en mi salón de clase, somos humanos, tenemos derecho a nuestros sentimientos también. Tal es el caso que no debes cambiar por nada más que por tu propio bienestar”, puntualiza María. 

Estudiante universitaria en camino a convertirse en enfermera neonatal. Disfruta de su trabajo como reportera de La Noticia. Celebra su cultura mexicana en cada oportunidad posible. Le encanta ayudar e...