Llega un nuevo gobierno y con él una entramada madeja de incertidumbre que poco a poco se desenredará. El nivel de contradicciones entre las promesas, declaraciones y tweets de Donald Trump a lo largo del último año es tan complejo, que para entender cómo actuará realmente en su administración debemos pedir ayuda de la ciencia.
El número de incoherencias es abrumador, citemos como ejemplo el tema migratorio. Por un lado es difícil olvidar las insultantes declaraciones que hizo Trump al inicio de su campaña en contra de los inmigrantes mexicanos insinuando que la mayoría son criminales o su promesa aterradora de expulsar a todos los indocumentados. Igualmente es complicado ignorar la ridícula idea de construir un muro en la frontera sur, el cual sería pagado por México, o la amenaza de eliminar la Acción Diferida (DACA) que protege a los “soñadores”. Adicionalmente es inquietante la nominación para Fiscal General de Jeff Sessions (un político rabiosamente antiinmigrante quien activamente busca eliminar DACA).
Por otro lado, una vez que ganó las elecciones Trump aseguró que solo deportará a los inmigrantes con antecedentes criminales (de dos a tres millones según él), dijo a la revista TIME que los “soñadores” son buenos estudiantes y trabajadores, además agregó que buscará una manera de ayudarlos.
Frente a esto ¿la administración Trump atacará o ayudará a los inmigrantes? Salvando las distancias, quizás podamos obtener una respuesta en la rama de la física que estudia las partículas subatómicas: la mecánica cuántica.
En la primera mitad del siglo XX los científicos que estudiaban los electrones (componentes del átomo que giran al rededor del núcleo) se encontraron con la sorpresa de que a veces se comportaban como partículas y a veces como ondas, a veces estaban en un lugar y a veces el mismo electrón aparecía simultáneamente en dos o más lugares.
La naturaleza misma del electrón cambiaba según el observador. Si se lo estudiaba como partícula, actuaba como partícula, y si se lo estudiaba como onda, el electrón actuaba como onda. ¿Cómo estudiar o entender algo así?
El científico austríaco, Erwin Schrödinger, propuso un experimento mental para entender el principio de incertidumbre detrás de este fenómeno. Imagine que un gato está dentro de una caja que tiene veneno, ese veneno se puede o no activar al azar, el problema es que si usted abre la caja el veneno se liberará. ¿Cómo saber si el gato dentro de la caja está vivo o está muerto? La respuesta de Schrödinger fue: para poder estudiar al gato debemos actuar como si está vivo y está muerto al mismo tiempo. Esta dualidad intrínseca en la naturaleza de cosas como los electrones, puede servir de metáfora para entender el accionar de un nuevo gobierno rodeado de incertidumbre.
¿El gobierno de Trump ayudará o perjudicará a los inmigrantes? La respuesta es: Probablemente las dos cosas a la vez.
Este es uno de los riesgos de haber elegido a un presidente populista. Durante su campaña Trump dijo lo que querían oír sus votantes de base (muchos de ellos antiinmigrantes), pero al llegar al poder ya no sintió esa presión y debido a que no quiere comenzar su gobierno con un dolor de cabeza, a dado un paso atrás en algunas de sus controversiales propuestas. El problema es que con el paso del tiempo Trump va a ser confrontado por sus votantes de base quienes le exigirán políticas, en este caso, antiinmigrantes. ¿Cederá ante esta presión? Este es otro tema que lleva su propia madeja de incertidumbre.