Representantes de México y Estados Unidos discutieron formas de dar con una migración ordenada y propiciar el desarrollo regional para atender la ola de migrantes que llegan a la frontera compartida.
Roberta Jacobson, principal asesora de la Casa Blanca en materia fronteriza, encabezó la comisión. Su mensaje fue dejar clara la necesidad de estrategias para frenar el cruce ilegal de personas. De la misma manera, destacó la preocupación por la llegada de menores sin compañía adulta en los últimos meses.
Por el lado mexicano el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, señaló que debe haber un trabajo de equipo para procurar mejores condiciones:
Si perseveramos y actuamos en conjunto podemos lograr que estos países (del Triángulo) y el sur de México tengan otro futuro, tengan otras posibilidades. Que nadie tenga que emigrar por pobreza, por inseguridad, por desesperanza”.
Y es que los países del llamado Triángulo Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador, son la principal fuente de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos en los últimos años. Asediados por la corrupción y la violencia, y recientemente por la devastación de dos grandes huracanes en noviembre pasado, así como por los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, los migrantes siguen saliendo de esos países en grandes números.
Migración ordenada, pilar para el control
Jacobson aprovechó la oportunidad para reiterar el mensaje del presidente Joe Biden a aquellos que piensan en migrar hacia Estados Unidos: “No vengan a la frontera. La frontera está cerrada”. Este mensaje en español se difundió a través de la embajada de Estados Unidos en México.
La funcionaria destacó los peligros que representan los traficantes de migrantes y viajar durante la pandemia. “Quédense en casa, manténganse a salvo, y esperen más información sobre el proceso de asilo”.
México ha sido criticado por extender básicamente las políticas migratorias de Estados Unidos hasta su propia frontera con Centroamérica. A cambio, México presiona a Washington para que brinde apoyo a más proyectos de desarrollo en la región. Biden ha hablado de enviar 4,000 millones de dólares en ayuda para el desarrollo.
Ambas partes dijeron que su enfoque principal era la protección de los derechos humanos de los migrantes, y garantizar una migración ordenada y segura. A la larga, quieren reducir los factores que obligan a las personas a salir de sus países. De momento se han centrado en los factores económicos, pero aún está por verse la manera en que el nuevo gobierno estadounidense atenderá temas más delicados, como la corrupción en la región.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.