El sudor de sangre y otros episodios de la muerte de Jesucristo tienen fundamentos en la ciencia.
La crucifixión de Jesucristo ha sido objeto de estudios científicos que permiten conocer la dimensión médica de la tortura experimentada por ese maestro:
Lugar de los clavos
La crucifixión era una forma de castigo practicada por el Imperio Romano aplicada a criminales y sigue vigente en algunos países. Distintas investigaciones coinciden en que los clavos se introdujeron cerca de las muñecas y no en la palma de las manos. De lo contrario, no hubieran soportado el peso de Jesucristo.
Sudar sangre: hematidrosis
La ciencia tiene una explicación para el sudor de sangre que emanaba del cuerpo de Jesucristo en el Monte de los Olivos mientras esperaba que llegaran a capturarlo para condenarlo a muerte. Se dice que Jesucristo estaba consciente de que viviría torturas porque eso estaba anunciado en profecías. Debido al estrés y la ansiedad, Jesucristo experimentó una condición médica llamada hematidrosis.
Agua: líquido pleural
De acuerdo con los textos, Jesucristo recibió una herida en el costado derecho con una lanza de la cual brotó sangre y agua. Un trabajo de investigación publicado en JAMA, asegura que el "agua probablemente representaba líquido seroso pleural y pericárdico".
El líquido pleural se encuentra en los pulmones mientras que el pericárdico está en el corazón y es similar al agua.
Para más información, suscríbete a nuestro Newsletter. La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP)