Una de las enseñanzas de Jesús fue la de bendecir la hora de la comida y los alimentos a través de cortas oraciones. Y él lo aprendió del pueblo judío que acostumbraba agradecer su banquete, además de compartirlo.
¿Por qué dar gracias y bendecir los alimentos?
La pobreza y carencias están presentes en muchos hogares, haciendo bienaventurados los que pueden disfrutar de comer tres veces al día. El "pan nuestro de cada día" que pedimos es fuente de vida y salud; y agradecerlo cuando se tiene el privilegio de tenerlo en la mesa es una forma de apreciar la bondad infinita del "Padre".
Al bendecir los alimentos se reconoce la generosidad de Dios en proveer sustento a las familias. Además, es una ocasión para orar por quienes no tienen la dicha de compartir la alimentación en unión con sus seres queridos y los que mueren de hambre.
¿Cómo bendecir la comida a través de las oraciones?
Oración antes de la comida
Señor Dios, te damos gracias
porque nos haces partícipes de tus maravillas.
Te alabamos por los dones de tu amor
y te bendecimos por la fraternidad
que nos concedes vivir en torno a esta mesa.
Que esta comida en sencillez de corazón y en alegría
sea profecía del banquete del reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Bendición de la comida y los alimentos
Gracias, Señor por la vida y el sustento,
Tú nos los das por Tu misericordia infinita,
no por nuestro merecimiento.
Bendice a quienes hicieron posible
que recibamos estos alimentos hoy aquí.
Socorre a los necesitados.
Muévenos a compartir con los demás
cuanto somos y tenemos
y danos a todos hambre y sed de Ti.
Amén.
Oración después de la comida
Nos hemos saciado, Señor,
con los bienes que nos has dado;
cólmanos también de tu misericordia.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.