Pese a la retórica inmigrante a favor de su endurecimiento del presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección por el el Partido Republicano, Donald J. Trump, su familia se encuentra compuesta por europeos que emigraron a Estados Unidos por un mejor futuro.
La mamá del presidente, Mary McLeod, emigró a Estados Unidos de Escocia –específicamente de las Islas Hébridas en Stornoway– a los 18 años el 2 de mayo de 1930.
La madre del presidente se mudó tras casarse con Fred Trump, descendiente alemán. Igualmente, tres de sus hermanas se habían mudado previamente a Estados Unidos. Específicamente, luego de que el hundimiento de un barco ocasionara que muchos hombres en su pueblo se ahogaran en las aguas tras la Segunda Guerra Mundial. El abuelo del mandatorio, Frederick Trump, se trasladó a Estados Unidos en 1885. Incursionó en el país motivado por la fiebre del oro, así como por la apertura de ciertos hoteles en Alaska.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos no tan solo es descendiente escosés y alemán, sino que su esposa, Melania Trump, es inmigrante.
La popular modelo se mudó a Nueva York cuando solo tenía 20 años. Luego de emigrar desde Eslovenia ahora tiene su propia línea de piedras preciosas y de cuidado de la piel. No fue hasta 2005 que se casó con el magnate. Inmediatamente en 2006 se convirtió en cuidadana americana, por lo que estuvo cerca de una década sin ciudadanía en Estados Unidos al igual que miles de latinos y latinas.
Lo curioso es que la primera esposa del presidente también era inmigrante, en particular, de Checoslovaquia. Emigró con sus tíos y con sus tías a Canadá. Estuvo once años sin la ciudadanía americana hasta que en 1977 conoció al mandatario, se casó y la obtuvo.
La Noticia redactó esta nota con información de BBC.